Rusia y Estados Unidos están de acuerdo en el establecimiento de zonas de exclusión aérea en Siria que garanticen la continuidad del proceso de paz y aseguren un alto el fuego permanente en el país devastado por la guerra.
La medida fue acordada durante una conversación telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y el ruso Vladimir Putin el martes, después de lo cual Estados Unidos notificó la iniciativa a un alto diplomático para que la presentara en las conversaciones para la paz en Siria que se desarrollan en Astana, Kazajistán.
Durante la conversación telefónica "muy constructiva", Trump y Putin mantuvieron una profundo debate sobre la situación en Siria y trataron de revivir la idea de Trump de establecer "zonas seguras" en Siria.
Las cuatro zonas de seguridad que se han propuesto se establecerían tomando cuatro áreas en el país en poder de las fuerzas de oposición y separándolas del territorio de las fuerzas del régimen sirio. Establecidas alrededor de las zonas de Homs, Idlib y Damasco, las zonas de exclusión aérea permitirán a los civiles moverse libremente, así como garantizar la continuación del proceso de paz sirio.
El presidente turco, Recep Tayyib Erdogan, también ha expresado su apoyo al establecimiento de zonas seguras. Putin dijo ayer en una rueda de prensa junto a Erdogan en el balneario de Sochi, en el Mar Negro que: "Ambos partimos de la base de que la creación de zonas seguras debería conducir a una mayor pacificación y cese de las hostilidades".
El enviado especial de Rusia para Siria, Aleksandr Lavrentiev, afirmó que la creación de estas zonas "ayudará a reducir significativamente el nivel de enfrentamiento bélico entre la oposición armada siria y las fuerzas gubernamentales".
El plan para la creación de las zonas seguras debía discutirse en las conversaciones de paz en Astana, pero los representantes de la oposición protestaron suspendiendo su participación debido a los ataques aéreos contra civiles y su objeción a varias partes de la propuesta actual.