La ONG israelí B'Tselem ha denunciado el asesinato ocurrido esta semana de la adolescente palestina Fatima Hjejji, señalándolo como otro ejemplo de la política israelí de matar a los palestinos que consideren eventualmente sospechosos aunque no representen un peligro real. Hjeiji, de 16 años de edad, fue asesinada a tiros el domingo pasado por la policía israelí en la Jerusalén Este ocupada, cuando ésta trató de atacar a los agentes con un cuchillo de cocina.
Testigos presenciales dijeron a la agencia palestina Ma'an en el momento del incidente en que Hjeiji estaba de pie a más de diez metros de un grupo de soldados israelíes cuando uno de ellos gritó "¡Cuchillo! ¡Cuchillo!". Momentos más tarde, cinco soldados abrieron fuego contra ella, disparándole entre 10y 20 balas.
El relato de lo sucedido fue corroborado por B'Tselem, que, tras realizar investigaciones sobre el incidente, declaró:
Hjeiji, que se detuvo a varios metros de distancia de los oficiales, no representaba un peligro para las fuerzas israelíes (...) La policía, que estaba detrás de una barrera metálica, estaba armada y llevaba equipo de protección, podría haber reducido y detenido sin tener que recurrir a disparos letales. En cambio, optaron por disparar y matar a una niña de 16 años".
B'Tselem señaló que el Comandante de la Policía del Distrito de Jerusalén, el General de División Yoram Halevy, defendió el tiroteo como "legal y apropiado". Los portavoces de la policía israelí en ese momento dijeron que los agentes habían actuado "con determinación y profesionalidad" al abatir a la adolescente.
"La declaración del comandante de distrito ignora completamente los hechos del caso: la juventud de Hjeiji, el hecho de que ella permaneciera inmóvil, la distancia entre ella y los oficiales, la barrera de metal que la separaba de los oficiales y la conclusión obvia: que los oficiales le dispararon y mataron cuando no representaba ninguna amenaza inminente para ellos", escribió B'Tselem en su declaración.
"Estas declaraciones, al igual que los sentimientos similares expresados por otros funcionarios de alto rango y el estado de hostilidad general que se vive desde Octubre de 2015, alienta al personal de seguridad a disparar a matar, incluso en casos como este, donde las medidas letales son injustificadas", argumentó la organización de derechos humanos .
"Esto no es un incidente aislado", afirma B'Tselem, haciéndose eco de los numerosos casos en los que las fuerzas israelíes han sido criticadas por llevar a cabo una política de "disparar a matar" a palestinos que fácilmente podrían haber sido desarmados y detenidos sin necesidad de usar armas de fuego y dejar víctimas mortales.
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