De acuerdo con el diario local BirGun ("Un día" en turco), los niños habían recibido varias advertencias para que se marchasen del restaurante de Estambul de la multinacional de comida rápida y para que dejaran de "molestar a los clientes". Al no irse, una empleada vertió agua hirviendo sobre uno de ellos, causándole quemaduras graves en el cuello. La policía acudió al lugar poco después.
El niño fue enviado al hospital para recibir tratamiento por las quemaduras inflingidas.
McDonald's se ha disculpado por el comportamiento del empleado, recalcando que sus acciones no representan a la compañía. La compañía afirma habe iniciado una investigación sobre el incidente, que calificó como "totalmente inaceptable".