Los activistas chilenos han vuelto a demostrar cómo la lucha local puede llegar a convertirse en solidaridad con los oprimidos a nivel internacional. Una vigilia que tuvo lugar frente a la cárcel de San Miguel en Santiago de Chile en homenaje a los 81 prisioneros que perdieron la vida en un incendio que ocurrió allí hace siete años, creció hasta convertirse en una afirmación de la solidaridad con los miles de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
El incendio en la prisión de San Miguel comenzó tras unos disturbios provocado por bandas rivales de reclusos. Esto llevó al ex presidente Sebastián Piñera a hacer una declaración sobre el hacinamiento y las condiciones inhumanas en la prisión. Giudo Girardi, del Partido Democrático de Chile, culpó al gobierno de Piñera, insistiendo en la "responsabilidad estatal".
La vigilia conmemorativa contó con la participación de activistas de la plataforma Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), la Federación Palestina de Chile y Alicia Lira, presidenta de la Asociación de Familias de Prisioneros Políticos Ejecutados. En 2016, Lira fue recibida por la asociación Addameer en Palestina, lo que le indujo a declarar, tras presenciar las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes contra los palestinos, que el pueblo palestino "está aún más desesperado que nosotros durante la dictadura de Pinochet".
Para los prisioneros palestinos, ni siquiera existe la posibilidad de atribuir ni un ápice de la responsabilidad a Israel y la Autoridad Palestina (AP). Las restricciones a la libertad de expresión, así como el completo monopolio que Israel tiene de las narrativas en los medios de comunicación y el discurso internacional, han dado lugar a una brecha que dificulta la comunicación. Aunque la movilización de los presos ha asegurado que la huelga de hambre en curso de 1.600 de ellos no haya sido olvidada en sus primeros días, hay varios factores que limitan su impacto.
La Autoridad Palestina ha instado a los palestinos a desafiar a Israel en las calles, un movimiento que puede resultar en que más civiles sean arrestados, sencillamente porque la AP siempre separa su discurso de la acción y sus 70.000 agentes de seguridad nunca están allí para proteger al pueblo de las fuerzas israelíes. Al igual que ha hecho caso omiso de las ramificaciones de esa coordinación de seguridad con Israel, así como a la tortura en las prisiones de la AP, también aceptará que los palestinos sean detenidos por Israel pese a los llamamientos a la solidaridad que hacen los funcionarios de la AP.
El activismo, si no está atado a estas dinámicas, puede lograr lo que la política está tratando de frustrar. Erwin Moller, del Movimiento BDS de la Universidad de Chile, declaró que la libertad de los activistas les permite "tomar todas las acciones necesarias para apoyar a nuestros hermanos palestinos". La unidad, subrayó, es importante para luchar contra las violaciones que ha cometido el poder”.
Alicia Lira insistió en que no debería haber "barreras entre luchas", reiterando que todas las poblaciones indefensas deben unirse unas con otras en solidaridad. Su declaración está marcada por el contraste con lo que la AP ha venido haciendo. Mahmoud Abbas, al mismo tiempo que instó a los palestinos de la Cisjordania ocupada a desafiar a Israel, también ha aumentado las penurias infligidas a los palestinos en Gaza (un castigo colectivo bajo otro nombre) fragmentando así aún más a las personas que viven bajo diferentes condiciones de ocupación.
Lejos de ser un mero gesto simbólico, los activistas chilenos han ilustrado la importancia de la solidaridad internacionalista, nacida desde la propia lucha del país contra las violaciones de los derechos humanos. Políticamente, esta acción también debe servir para resaltar la importancia de estas actividades para eclipsar cualquier retórica oportunista procedente de las filas de la AP, cuya política apesta a intereses ocultos. El mundo tiene un deber moral hacia Palestina y la obligación de asegurar que la AP no contamine de ninguna manera el resurgimiento de la conciencia internacionalista.