El nuevo embajador estadounidense en Israel, David Friedman, ha sembrado dudas sobre el compromiso estadounidense con la creación de un Estado palestino independiente, en tanto ha asegurado que rechaza la idea de que Israel dejaría de ser un Estado judío y democrático si se anexiona toda la Cisjordania ocupada.
Friedman, que llegó a Israel el lunes para asumir su cargo, fue grabado en vídeo mientras afirmaba que está en desacuerdo con la creencia extendida en Israel y Estados Unidos de que una solución de dos Estados es necesaria para mantener el carácter judío y democrático de Israel. El video muestra a Friedman dando su apoyo a la anexión israelí de Cisjordania durante lo que parece ser una cena informal.
El nuevo embajador norteamericano en Tel Aviv es un judío ortodoxo alineado con la derecha israelí, y es visto como una figura bastante polémica. Su nombramiento por Donald Trump sólo fue aprobado por una exigua mayoría durante la audiencia del Comité del Senado. En el pasado, Friedman sugirió que el ex presidente Barack Obama era "antisemita" y ha acusado a J Street, una organización judía de izquierdas que aboga por una solución de dos estados, de ser "peor que un kapos", un término muy despectivo en lengua yiddish utilizado para llamar a los presos judíos que supervisaban los trabajos forzosos de sus compañeros en los campos de concentración nazis.
La solución de dos Estados surgió como la más aceptada por el consenso internacional después de la partición de Palestina por la ONU en 1947. La anexión de territorio palestino por parte de Israel es ilegal según el derecho internacional, y la solución de dos Estados es vista por muchos sionistas como la única manera de asegurar que sigue siendo un Estado judío.
Refiriéndose a todo el territorio desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo como "la tierra de Israel", Friedman rechaza las posiciones mas extendidas en los círculos diplomaticos asegurando que Israel se puede anexionar "Judea y Samaria" (el nombre usado por los medios israelíes sionistas para llamar a Cisjordania) y seguir siendo un Estado judío. "La idea de que hay que abandonar Judea y Samaria para conservar la característica judía de Israel no es verdad", argumentó.
#Ocupación
En su razonamiento, Friedman mencionó que si bien no aprueba la retirada unilateral de Israel de Gaza en 2005, ésta tuvo el efecto saludable de sacar a más de dos millones de personas de cualquier ecuación demográfica futura. Refiriéndose habitualmente a los palestinos como "árabes", algo común en el discurso de los que niegan la existencia de la identidad palestina y por ende, su autodeterminación, también ha puesto en duda el número de ellos que actualmente viven en Cisjordania. Según él, diez estadísticas diferentes ofrecerán diez respuestas diferentes. De hecho, especula con que la población palestina está disminuyendo porque están abandonando sus hogares en Cisjordania. También cree que tienen una tasa de natalidad más baja que la de los colonos judíos en el territorio ocupado.
El embajador Friedman ha asegurado que dejará a un lado sus opiniones personales para hacer cumplir la política estadounidense, si bien esto está por demostrar.
Sin embargo, a pesar de esta afirmación, Friedman ha dicho a su llegada al cargo de embajador que considera que la anexión completa de Cisjordania seguiría manteniendo a la superioridad demografica de los judíos, con el 65% de la población, como la mayoría dentro de un Estado israelí ampliado cuyas fronteras todavía no declaradas excederían con mucho las reconocidas por el derecho internacional y , de hecho, por el Plan de Partición de la ONU de 1947, en base al cual muchos israelíes reclaman la legitimidad de su Estado.