Millones de iraníes han formado hoy largas colas frente a los colegios electorales, en una señal de alta participación en unas impredecibles y ajustadas elecciones presidenciales.
Poco antes de que las urnas se cerrasen, la televisión estatal informó de que el horario de votación se había extendido otras dos horas adicionales, hasta a las 20:00 (15:30 GMT), para poder dar cabida a la "oleada de votantes".
Estas elecciones presidenciales enfrentan a Hassan Rouhani, candidato moderado y reformista que quiere normalizar los lazos con Occidente, contra el candidato ultraconservador y juez de la ley islámica Ebrahim Raisi, que cree que Rouhani ha ido demasiado lejos y que ha "vendido los valores de la revolución islámica" de Irán a sus enemigos.
Rouhani, que firmó un acuerdo con las principales potencias mundiales hace dos años aceptando frenar el programa nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones económicas, dijo que estas elecciones son importantes "para el futuro papel de Irán en la región y el mundo".
"Quienquiera que gane las elecciones, deberíamos ayudarlo a cumplir con este importante y serio deber", dijo la agencia de noticias estatal IRNA que recogió sus declaraciones tras depositar su voto.
Fuerte reto
Rouhani, de 68 años, que asumió el cargo hace cuatro años prometiendo abrir a Irán al mundo y dar a sus ciudadanos más libertad en el país, se enfrenta al desafío inesperadamente fuerte de Ebrahim Raisi, un personaje cercano y protegido del líder supremo Ali Jamenei.
Raisi ha culpado a Rouhani por su mala gestión de la economía y ha viajado a áreas pobres del país prometiendo más programas sociales y empleos.
Se cree que Raisi goza del respaldo de la poderosa fuerza de seguridad de la Guardia Revolucionaria Iraní, así como del apoyo de Jameneí, cuyos poderes superan a los del presidente electo, pero que normalmente se aleja de la política cotidiana.
"Respeto el resultado del voto del pueblo y el resultado será respetado por mí y por todo el pueblo", dijo Raisi después de depositar sus papeleta, según la agencia de noticias Fars.
En las últimas elecciones, Rouhani ganó con tres veces más votos que su rival más cercano. Pero esta vez el resultado promete estar mucho más ajustado, ya que otros rivales conservadores han retirado su candidatura para dar su apoyo a Raisi.
La Guardia Revolucionaria y otros miembros de la línea dura esperan con ansia que la victoria de Raisi, de 56 años, les dé la oportunidad de salvaguardar su poder económico y político, que consideran amenazado por el levantamiento de las sanciones y la apertura a la inversión extranjera.
Unos 350.000 miembros de las fuerzas de seguridad se han desplegado en todo el país para proteger las elecciones, segun informó la televisión estatal. El Ministerio del Interior dijo este mediodía que no había informes de incidentes hasta el momento.
Se espera que el recuento de papeletas comience esta medianoche y que los resultados finales sean anunciados 24 horas después del cierre de las urnas, informó la televisión. En estas elecciones los iraníes votan también a sus candidatos para los consejos locales y provinciales del país.