El presidente iraní, Hassan Rouhani, criticó veladamente el miércoles al Líder Supremo iraní, Alí Jameneí, y a algunas de sus instituciones más allegadas, incluyendo a la Guardia Revolucionaria, al Instituto Astan Quds Razavi, encabezado por el candidato rival, Ebrahim Raisi, a la Autoridad de Radiodifusión y Televisión de Irán y a la judicatura.
La agencia oficial de noticias IRNA informó de que Rouhani describió a Jameneí como alguien que "cree que todas los poderes están en sus manos" durante un discurso en la ciudad noroccidental de Mashhad, bastión del candidato rival Ibrahim Abu-Rabi.
Rouhaní dijo que hoy el pueblo elegirá entre el "engaño y la honestidad", explicando que una decisión tomada por el presidente puede conducir al estallido de la guerra, mientras que otra puede llevar a la paz, llamando a la conciencia de los acontecimientos internos, regionales y globales, en clara referencia a su decisión de rebajar la tensión con occidente -objetivo alcanzado mediante la firma del tratado nuclear- en contraste con la retórica belicista del candidato conservador.
"Tenemos un gobierno, un Líder y una constitución y no necesitamos un líder separado para cada ciudad", dijo.