Un terrorista suicida ha atacado este martes un popular puesto de venta de helados en el distrito de Karrada, en Bagdad, matando al menos a 13 personas e hiriendo a otras 30.
El ataque se produce pocos días después del comienzo del mes sagrado de Ramadán, cuando restaurantes y cafés se llenan tras el atardecer, repletos de iraquíes rompiendo su ayuno. El año pasado Daesh mató a casi 300 personas en este distrito chií de Karrada, un barrio chií de la capital iraquí.
Daesh anunció que la intención del terrorista suicida, que detonó los explosivos en un párking de coches, era atacar "una reunión de chiíes". Daesh ha lanzado varios ataques contra los chiíes en su intento de exacerbar las tensiones sectarias.
Los soldados del ejército regular iraquí están a punto de lograr expulsar a Daesh de la ciudad de Mosul, asegurando que cuando lo hagan ésto pondrá fin al Califato de Daesh en Irak. Algunos analistas consideran que este tipo de ataques de Daesh son intentos de la organización terrorista de demostrar que siguen vivos y con capacidad para hacer daños y cometer ataques.