Estados Unidos derribó el jueves pasado un dron lanzado por fuerzas pro-gubernamentales sirias que atacó el jueves a las tropas de la coalición estadounidense, según ha declarado un portavoz del ejército de EE.UU., provocando una mayor escalada de las tensiones entre Washington y las tropas que apoyan a Damasco.
El dron armado “dio en la tierra” y no causó heridos ni daños en la patrulla de la coalición al sur de Siria. Pero el coronel del ejército estadounidense Ryan Dillion, portavoz de la coalición en lucha contra el Daesh, afirmó ante los periodistas que el dron tenía como objetivo atacarles y descartó la posibilidad de que se tratara de un disparo de advertencia.
“Claramente se trataba de una amenaza, incluso si fuera un disparo de advertencia; demostró una intención y una acción hostil y supuso una amenaza para nuestras fuerzas, ya que este dron tenía munición”, contó Dillion.
Añadió que era la primera vez – que se sepa – que las fuerzas gubernamentales pro-sirias habían atacado a las fuerzas de coalición de la zona.
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Un oficial de Estados Unidos, en condición de anonimato, declaró que la munición aterrizó a unos cientos de metros de las fuerzas y no llegó a explorar. El oficial añadió que un jet estadounidense F-15 se utilizó para derribar el dron, que probablemente era de fabricación iraní, pero que aún se están llevando a cabo análisis.
Dillion dijo que, previamente el mismo día, Estados Unidos había atacado a dos camiones de armas del gobierno pro-sirio en la ciudad sureña de At Tanf.
Se trata del tercer ataque de este tipo – y el segundo esta semana – por parte del Pentágono, que ha tratado de mantenerse fuera de la guerra civil de Siria para centrarse en el Daesh y en Irak.
Lo preocupante es que estos ataques podrían distraer la atención de la lucha contra los militantes del Daesh.
“Por desgracia, han ocurrido (estos) acontecimientos que nos han desconcentrado de la lucha contra el ISIS [Daesh]”, declaró Dillion.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) atacaron para recuperar Raqqa, la capital de facto siria del Daesh.
Durante meses, los ataques aéreos y las fuerzas especiales de la coalición liderada por EEUU les han ayudado a rodear Raqqa, que Daesh tomó en 2014 y ha utilizado como base para planear atentados en el extranjero.
El martes, Estados Unidos lanzó un ataque aéreo sobre grupos de milicias respaldadas por Irán, que consideran una amenaza para las fuerzas estadounidenses del sur de Siria.
La alianza militar que apoya al presidente Bashar al-Assad amenazó el miércoles con atacar a las posiciones estadounidenses en Siria, advirtiendo que su “autocontrol” respecto a los ataques aéreos de Estados Unidos se acabaría si Washington cruza las “líneas rojas”.
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En los últimos días, el ejército estadounidense ha advertido varias veces a las fuerzas armadas que se alejen de una ‘zona de descompresión’ cerca de una guarnición utilizada por las fuerzas especiales americanas y los militantes respaldados por EE.UU. cerca de At Tanf.
La zona quedó acordada con Rusia, país aliado del presidente sirio Bashar al-Assad. Assad también cuenta con el apoyo de Irán y las milicias chiíes.
Tanf es parte de una región conocida como la Badia, un territorio desértico vasto y escasamente poblado, que se extiende hasta las fronteras iraquí y jordana, y que fue declarado en Mayo por el ministro de Exteriores sirio como una prioridad militar.