Los brigadas de los rebeldes sirios han impedido que las fuerzas de Assad reciban refuerzos en la zona de Daraa, ciudad del suroeste de Siria, cerca de la frontera con Jordania a unos 100 km de Damasco.
Los enfrentamientos en la zona están enmarcados en la batalla “muerte y humillación”.
De acuerdo con Masar Press los rebeldes han logrado durante los enfrentamientos con las fuerzas de Assad la destrucción de un tanque y un carro Chilka después atacarlos con cohetes.
El lunes, durante la misma batalla, se usaron armas prohibidas por la comunidad internacional. Armas incendiarias que se cobraron la vida de decenas de civiles además de provocar incendios peligrosos y difíciles de controlar. Como estos incendios se dieron en las zonas controladas por los rebeldes se apunta a que dichas armas fueron usadas por las fuerzas de Assad.
Aunque es difícil asegurar nada si nadie reclama la autoría pues es bien sabido que en Siria se enfrentan miríadas de facciones y grupos, locales, nacionales e internacionales. Algunos de ellos financiados desde los rincones más recónditos del mundo y cuyos intereses varían por días.
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El conflicto que se está librando en Siria desde hace casi un lustro además de acabar con la vida de miles de personas, en su gran mayoría civiles, de obligar a otras miles a emigrar, está acabando con el patrimonio cultural y artístico del país con siglos de historia.
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