Se suponía que no debería haber pasado. Todo parecía en orden, como si no pasara nada. Pero algo fue mal, y el castillo de naipes se desmoronó. Cientos de sueños se hicieron añicos, cientos de iniciativas de negocio colapsaron. Todo ocurrió de repente, de manera bochornosa y precipitada. Si había una situación sobre la que el presidente Trump no debería haber tuiteado, sin duda, esta era una de ellas. Pero es cierto que la extravagancia no siempre va acompañada de inteligencia.
Así pues, tras un tour histórico y de reuniones cordiales con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Trump decide ahora enviar múltiples tweets en respuesta a la brusca decisión de siete influyentes países de “repudiar” a Qatar, tanto de manera literal como figurada. El presidente de los EEUU dijo: “Qué bien ver que mi visita a Arabia Saudí junto al rey y otros 50 representantes de diferentes países ya ha dado sus frutos. Dijeron que tomarían un línea dura para combatir la financiación del extremismo y todo apuntaba a Qatar. Quizás esto sea el principio del fin del horror del terrorismo!”.
Bob Corker, Jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, parece haber resumido perfectamente la eficiencia del tweet de Trump.“¿Cuándo ha ocurrido eso?”, preguntó sorprendido cuando se le entrevistó acerca de su opinión sobre el tweet. Quizás el presidente de los EE.UU. necesite consultar a alguno de los miembros de su gabinete a la hora de hablar sobre Qatar, especialmente en redes sociales. Todo lo que el resto de altos cargos estadounidenses han declarado –tanto ante como detrás de las cámaras–acerca de Qatar, ha sido completamente distinto a lo dicho por Trump.
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Además, era demasiado pronto para emitir cualquier respuesta. Pero de nuevo, el buen uso de los tiempos no es lo que los analistas suelen asociar a Trump. Desde hackers rusos haciendo correr noticias falsas sobre la familia real saudí hasta pagos multimillonarios a ramas de Al-Qaeda, a estas alturas cabe preguntarse aún qué fue lo que desató la crisis en el Golfo Pérsico. Algunas de las informaciones son puros disparates, mientras que otras merecen un análisis más detallado.
Lo que es más intrigante es que el aislamiento de Qatar podría afectar a las estrategias antiterroristas de toda la región. EEUU debería haberlo sabido, y seguramente los funcionarios y asesores lo supieran pero, por impulsividad o por cómo queramos llamarlo, lo cierto es que Trump ha dañado él solo más que nadie las estrategias de lucha contra el terror de la región. Cuando se trata de antiterrorismo, es imposible conseguir victorias con una actitud de “a mi manera o a la calle”.
No debemos olvidar que Qatar es uno de los pilares fundamentales de la política exterior de EEUU en Oriente Medio. Y hay una razón que haría que las decisiones de Trump fueran contradichas por expertos en seguridad de todo el mundo: Qatar alberga la mayor base militar de EEUU en la región, desde la cual se llevan a cabo misiones de Iraq, Siria, en incluso Afganistán. Y lo que es más, el Jefe del Estado Mayor ha mantenido frecuentes reuniones y ha colaborado en el pasado con las autoridades qataríes para combatir el extremismo y el terrorismo.
Renunciar a Qatar es peligroso. Aunque el Secretario de Estado, Rex Tillerson, parece que ya lo sabía. Tan sólo un día antes del tweet de Trump, Tillerson afirmó de manera categórica que los roces entre Qatar y sus vecinos no afectarán en absoluto a la cooperación antiterroristas de EE.UU. con el pequeño país del Golfo. Si bien Trump tiene otra visión completamente distinta. Lo que se debería recordar al presidente estadounidense es que la importantísima y complicada operación de Raqqa se verá seriamente afectada. El Dáesh no ha dejado de perder terreno en las últimas semanas, pero a partir de ahora la lucha se volverá más encarnizada que nunca.
Este acercamiento de Trump, meramente comercial, a la política exterior puede convertirse en un foco de vergüenza para EE.UU. Pero sin duda alguna hay un actor en la región que está disfrutando más que nadie el desarrollo de esta crisis: el Dáesh. ¿No era difícil adivinarlo, verdad?
Estoy de acuerdo, Trump consiguió cerrar un importantísimo pacto comercial con Arabia Saudí. Se crearán puestos de trabajo, y los saudíes han prometido a Trump más dinero en el futuro próximo. ¿Estamos pues ante un héroe? Realmente, no. ¿Valió la pena? ¿Poner en riesgo la cooperación antiterrorista en Oriente Medio por un acuerdo comercial multimillonario? ¿Cuál elegiríais? Parece que Trump ya ha respondido. Veremos en qué se traduce. No, no intentéis analizar los posibles resultados por lo que ocurra en la zona, mejor confiad en Trump y en su twitter para descifrar todos los asuntos más complejos.
Al final todo se resume en un tweet.