Una explosión en Bahréin, en el pueblo natal de un líder espiritual chií, ha matado a un miembro de los servicios de seguridad y ha herido a otros dos, según dijo hoy el Ministerio del Interior de Bahréin en su cuenta de Twitter, culpando a los "terroristas".
No ha habido por el momento más detalles sobre la explosión ocurrida en la aldea de Diraz, hogar del ayatolá Isa Qassim y que ha sido el punto dónde ha estallado la violencia. Cinco personas murieron el 23 de mayo durante una incursión policial en la aldea.
El gobierno dijo que el objetivo de la incursión de mayo fue arrestar a militantes sospechosos y a otros buscados por cargos de seguridad. Al menos 286 fueron detenidos mientras se enfrentaban a la policía que avanzaba a su vez utilizando gases lacrimógenos y pelotas de goma.
Leer: Bahrein: 5 muertos durante la incursión policial en el pueblo del ayatolá Isa Qassim
Activistas de la mayoría musulmana chií del país acusaron a las autoridades suníes de usar una fuerza excesiva para intimidar a la secta y a su líder espiritual. Un jefe de derechos humanos de la ONU ha instado a que se lleve a cabo una investigación sobre la incursión, que tachó de represión contra la disidencia.
Qassim se enfrenta a la expulsión del reino después de que las autoridades revocaran el año pasado su condición de ciudadanía por sus presuntos vínculos con Irán y por fomentar la violencia, acusaciones que el sheij ha negado.
La incursión y los arrestos posteriores incrementaron las tensiones en Bahréin, días después de que el presidente estadounidense Donald Trump dijera que la relación de Washington con el reino mejoraría.