Los fieles musulmanes de la mezquita Al-Aqsa quedaron asfixiados después de que granadas de gas lacrimógeno fueran utilizadas por soldados israelíes que escoltaban ayer a los colonos alrededor del recinto sagrado.
Numerosos usuarios de redes sociales informaron que 30 fieles resultaron heridos, entre ellos turcos, sudafricanos, británicos y americanos, además de palestinos, durante el vigésimo tercer día del mes sagrado de Ramadán. Algunas de las lesiones fueron como resultado de bala recubierta de goma disparadas por las fuerzas israelíes.
Testigos oculares informaron que un gran número de soldados y policías israelíes, junto con colonos, profanaron la mezquita por la mañana y provocaron altercados en el patio de la mezquita.
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Los enfrentamientos se produjeron después de que policías israelíes atacaran a los fieles palestinos, que comenzaron a corear consignas religiosas en protesta por la presencia de colonos judíos, la policía y las fuerzas militares israelíes en los jardines de la mezquita.