La población de la ciudad iraquí de Mosul pudo celebrar el pasado domingo la fiesta islámica del Eid al-Fitr (que marca el fin del mes de ayuno del Ramadán) por primera vez en años, después de que los terroristas hayan sido al fin expulsados de gran parte de la ciudad. Además, se espera que la batalla para recuperar el área de la urbe que aún queda en manos de los extremistas termine pronto.
Los niños se reunieron en las plazas de la parte oriental de la ciudad. Algunos jugaron sobre viejos columpios y otros con rifles y armas de juguetes, únicos juguetes permitidos por los militantes de Daesh después de que tomaran la ciudad en junio de 2014.
Los militantes islamistas sunníes radicales implantaron a la fuerza una versión extrema del islam que asociaba incluso los juguetes, como las muñecas, con la idolatría. Alentaron a los jóvenes a entrenar con armas y cambiaron los libros de texto para reflejar su ideología militar. A los niños se les pidió que sumaran bombas o balas en los ejercicios de matemáticas.
Bajo el dominio de Daesh, se permitía la oración del Eid pero no las celebraciones.
Pero para muchos las celebraciones del Eid de este domingo se vieron ensombrecidas por la destrucción de su histórico minarete inclinado, volado el miércoles por los militantes, así como por el temor por los miles de civiles atrapados en la Ciudad Vieja al oeste de Mosul, aún bajo control de Daesh.
"No habrá un Eid de verdad hasta que volvamos a casa", admitía un señor de sesenta años, desplazado desde el lado occidental de la ciudad, a través del río Tigris, donde continúan los combates.
Algunos expresaron su tristeza por la destrucción de la mezquita mayor Al-Nuri, de 850 años de antigüedad, y de su minarete inclinado de 45 metros.
"El Eid ya no es lo mismo", dijo un hombre que se negó a dar su nombre, ya que el miedo sigue presente aunque las fuerzas iraquíes desalojaron hace ya meses a los insurgentes de la parte oriental de la ciudad.
Las fuerzas iraquíes tomaron el lado oriental de Mosul en enero, después de 100 días de combates, y comenzaron a atacar el lado occidental en febrero. Los militantes de Daesh se hallan ahora asediados en la Ciudad Vieja de Mosul.
El primer ministro Haider al-Abadi dijo en un comunicado:
“A medida que nuestras heroicas fuerzas están más cerca de declarar la victoria final sobre las bandas de Daesh, ofrezco mis más sinceras felicitaciones por el Eid al-Fitr”
La coalición internacional liderada por Estados Unidos está proporcionando apoyo aéreo y terrestre en la ofensiva, que dura ya de ocho meses, para expulsar a los militantes de la que era capital de facto en Irak.
Cerca de 350 combatientes de Daesh, la mayoría de ellos no iraquíes, están defendiendo la plaza fuerte que aún conservan en la densamente poblada ciudad vieja de Mosul, dijo el domingo un general iraquí. A su vez, afirmó que esperaba que la batalla por la ciudad terminara en pocos días.