Un diplomático estadounidense ha declarado que el nombramiento de Mohammed Bin Salman como príncipe heredero de Arabia Saudí es como un "sueño hecho realidad para Israel", según informa Haaretz.
El ex embajador de Estados Unidos en Israel, Daniel Shapiro, dijo que el nombramiento de Bin Salman abre una oportunidad sin precedentes para que Israel mejore su posición regional y sus apoyos para afrontar mejor sus desafíos estratégicos y de seguridad.
Shapiro reafirmó el hecho de que Bin Salman ve un vínculo entre los intereses y la seguridad de Arabia Saudí y los de Israel, lo que permitirá a Tel Aviv beneficiarse de sus políticas.
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El odio de Bin Salman a ciertos grupos, especialmente a los Hermanos Musulmanes, y sus esfuerzos para enfrentarse a Irán le han llevado a realizar ciertas alianzas regionales, dijo el ex enviado estadounidense a la región. Es por esta razón que Bin Salman ha desarrollado fuertes relaciones con Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
El surgimiento de líderes árabes fuertes que ven a los enemigos de Israel como sus propios enemigos sirve de hecho a los intereses de Israel y de Estados Unidos.
"Este desarrollo podría conducir a la formación de un eje que incluya a Estados Unidos, los estados árabes suníes e Israel, ya que comparten intereses estratégicos comunes y están preparados para enfrentarse a las fuerzas extremistas en la región", añadió.
Shapiro, que también ha servido como asesor del presidente Barack Obama en asuntos del Golfo, instó a Riad y a Tel Aviv a "usar una diplomacia sabia para lograr mejores resultados, gracias a la relación entre las dos partes y reducir el daño que podría resultar de la realidad política actual en la región".
Bin Salman estaría dispuesto a una completa normalización de las relaciones con Israel en el marco de la implementación de la Iniciativa Árabe, explicó Shapiro.
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El anterior príncipe heredero Mohammed Bin Nayef "era conocido por ser un socio fiable y de confianza para Estados Unidos en su guerra contra el terror", explicó Shapiro, agregando que su problema es que es "un conservador vacilante que no puede adoptar verdaderas reformas sociales y económicas".
Arabia Saudí debe ser cuidadosa y no debe permitir que el nuevo príncipe heredero la arrastre a conflictos regionales innecesarios. Shapiro advirtió que la política de Bin Salman puede perjudicar a los "intereses estadounidenses", diciendo que la escalada de la crisis con Qatar "ya ha causado daños a Washington".
Es por esta razón, dijo Shapiro, que Estados Unidos podría enviar una fuerte advertencia a Bin Salman disuadiéndole de tomar medidas que "perjudiquen a los intereses de Estados Unidos".
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