Cientos de palestinos se congregaron para realizar sus oraciones en las afueras de una de las entradas principales de la mezquita de Al Aqsa, rechazando entrar al recinto atravesando los nuevos detectores de metales por las autoridades israelíes instalados a la entrada del recinto sagrado este domingo, después de dos días en los que el templo ha permanecido cerrado tras los episodios de violencia del viernes pasado.
El jeque Omar Qiswani, líder del Waqf Islámico (institución que gestiona los bienes religiosos islámicos) y que custodia legalmente la mezquita, había llamado a los fieles congregados frente a la Puerta de los Leones a no entrar al recinto si les hacían pasar por controles y registros.
Rechazando los cambios implementados tras el atentado del viernes, en el que murieron dos soldados israelíes y tres palestinos, Qiswani dijo:
Queremos Al-Aqsa tal y como era
La mezquita fue cerrada completamente al público durante los dos días posteriores al ataque, incluyendo la oración comunitaria del viernes, así como fueron clausuradas otras dos entradas a la Ciudad Vieja.
En un comunicado transmitido antes de su salida hacia París la noche del sábado, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que había ordenado instalar detectores de metales a la entrada de las puertas como parte de las nuevas medidas de seguridad introduciddas en el área del recinto sagrado, también considerado así por los judíos, que lo denominan "el Monte del Templo".
Sin embargo, algunos palestinos permanecieron esperando en la otra entrada de la mezquita hasta que consiguieron acceder al recinto. El portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, explicó que a alrededor de 200 rezantes se les había permitido entrar para la oración del mediodía.
"También instalaremos cámaras de seguridad en los alrededores del Monte del Templo (el complejo de Al-Aqsa) de forma que tengamos un control absoluto de lo que está sucediendo allí en todo momento. He decidido es para mañana, en el marco de la labor de nuestra policía de mantener el status-quo, iremos reabriendo paulatinamente el Monte del Templo al público, pero incrementando las medidas de seguridad", explicó a la prensa.
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El portavoz del Waqf islámico, Firas Dibs, confirmó los informes que aseguraban que los trabajadores del Ayuntamiento de Jerusalén, administrado plenamente por Israel, habían accedido al recinto el domingo por la mañana antes de que fuera reabierto al público - en un gesto sin precedentes que vulnera los acuerdos entre Israel y la institución islámica que gestiona la Mezquita.
El Waqf explicó que la policía hebrea había confiscado las llaves del lugar y que a decenas de trabajadores del recinto les había sido impedida la entrada a la mezquita.
Mientras tanto, otro joven palestino fue asesinado en el pueblo cisjordano de Nabi Saleh, así como otro fue arrestado, después de que supuestamente abriera fuego contra las fuerzas israelíes durante una persecución en la madrugada del domingo. Un comunicado oficial de la policía israelí dijo que Amar Jalil, de 34 años, era sospechoso de haber llevado a cabo dos ataques con cuchillos en la Cisjordania ocupada este sábado.