El secretario general de la OTAN conversó la semana pasada con los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía y Alemania para instarles a resolver sus diferencias ante las visitas a las bases aéreas turcas, que parte de una disputa más amplia entre los dos miembros de la Alianza.
Alemania se ha negado a extraditar a los solicitantes de asilo que según Turquía participaron en el intento fallido de golpe del año pasado, mientras Berlín exige la liberación de un periodista turco-alemán y Ankara no ha permitido que los legisladores alemanes visiten a los soldados en dos bases aéreas.
Un grupo de soldados alemanes contribuye a una misión de vigilancia aérea de la OTAN en Konya, a 250 kilómetros al sur de la capital turca, Ankara, y sus tropas estacionadas en otra base aérea en Incirlik ya han sido trasladadas a Jordania.
La OTAN dijo que Jens Stoltenberg había llamado el viernes al ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, y a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, para pedirles que resolvieran sus disputas.
"Esperamos que Alemania y Turquía puedan encontrar fecha para una visita que sea aceptable mutuamente", dijo un portavoz de la OTAN.
Las fuerzas armadas de Alemania están bajo control parlamentario y Berlín dice que los diputados deben tener acceso a sus soldados.
Alemania había impedido previamente a algunos políticos turcos hacer campaña en su territorio durante la campaña del referéndum que otorgó a Erdogan nuevos poderes. Ankara respondió acusando a Berlín de tácticas "nazis" y reactivando la disputa sobre la base de Incirlik.