Aprovechando este domingo su visita a Francia para conmemorar el 75 aniversario de la expulsión de París de los judíos franceses, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu continuó con su incitación contra el islam, mientras agitó el espantapájaros de la "islamofobia" y calificaba, una vez más, al islam como "terrorista".
El presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu mantuvieron una reunión oficial en el Palacio del Eliseo. Fue una oportunidad para intercambiar pareceres sobre la posición de uno y otro en el conflicto entre Israel y Palestina y entre Israel e Irán.
En su declaración, Netanyahu hizo hincapié en que Jerusalén es la capital unida y eterna del Estado de Israel, y atacó al "terrorismo islámico", llamando a la unidad y a la lucha conjunta contra éste. "El islam político busca destruir Israel y los países europeos", dijo Netanyahu. "Hemos oído voces extremistas que no sólo exigen la destrucción del Estado judío, sino también de los propios judíos y de todos los que muestran objeciones y se oponen a su camino", agregó.
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Netanyahu dijo dirigiéndose al presidente francés: "Usted habló hace dos días en la ciudad de Niza sobre las Cruzadas y usted es sincero en lo que dijo. El islam radical que Irán e ISIS (Daesh) representan busca destruirnos y destruir Europa. Israel es su primer objetivo. No odian a Occidente por culpa de Israel, sino que odian a Israel por culpa de Occidente. Están tratando de destruirnos a nosotros y a vosotros, y dado que Francia es una gran potencia, no la ignorarán".
En cuanto a Palestina, Netanyahu dijo al presidente francés que la fuente del conflicto es la negativa palestina a reconocer un estado nacional para el pueblo judío y permitirle vivir en paz.
Netanyahu mostró también su agradecimiento al presidente francés por haberle acogido en este trágico aniversario y destacó la profunda y antigua amistad entre el Estado francés y el israelí. En un largo discurso, el presidente francés Emmanuel Macron señaló la responsabilidad del Estado francés en la campaña de desplazamiento de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego pidió un minuto de silencio por las víctimas del Holocausto y subrayó que el reconocimiento del crimen es el camino hacia la reconciliación. Macron dijo que no debemos renunciar a todo lo que promueve la humanidad, como recibir refugiados y combatir el calentamiento global.
Destacó también que nunca admitiría el "antisionismo" porque representa la nueva forma de antisemitismo. Al final de la ceremonia, Macron y Netanyahu fueron al palacio presidencial en París para hablar de Siria e Irán, así como el conflicto entre Israel y los palestinos.
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