El presidente de la Autoridad Palestina, de la Organización para la Liberación de Palestina y Fatah, Mahmoud Abbas, declararó el viernes que congelaba todos los contactos con Israel. Dichas declaraciones se produjeron como protesta por las últimas medidas tomadas por Israel en el Santuario Noble de Al-Aqsa, incluida la instalación de detectores de metales en las puertas del lugar sagrado.
"Las relaciones se congelarán en todos los niveles hasta que Israel se comprometa a cancelar todas sus acciones contra el pueblo palestino, en su conjunto, y contra la ciudad de Jerusalén y la Mezquita de Al-Aqsa en particular, y para preservar la situación histórica y legal en Al-Aqsa,” declaró Abbas en un comunicado de prensa.
El líder de la Autoridad Palestina ya ha tomado medidas similares en varias ocasiones. Una de ellas en respuesta a la agresión israelí contra palestina en marzo de 2008, por ejemplo, durante la cual siete personas murieron en Gaza. En ese momento anunció la suspensión de todos los contactos, incluidas las negociaciones, con las autoridades israelíes. No tuvo ningún impacto real sobre el terreno ya que la cooperación en seguridad y las reuniones secretas de la AP con los israelíes continuaron. El anuncio de suspender las conversaciones el 27 de octubre de 2009, que siguió al asesinato por parte de Israel de más de 100 palestinos en Gaza, fue una prueba evidente de que los contactos continuaron a pesar de la suspensión declarada anteriormente.
Prominentes analistas políticos palestinos de la región ocupada de Cisjordania han dado su punto de vista sobre si Abbas ha deteniendo los contactos con las autoridades israelíes. ¿Va en serio esta vez?
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"Veremos, pero lo dudo", declaró el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Al-Najah, Abdul Sattar Qasim. Recordó el anuncio que realizó el año pasado Abbas durante un discurso de la ONU: "Declaró entonces que si Israel no se comprometía a cumplir sus condiciones previas para reanudar las conversaciones de paz, cortaría todos los contactos con ella. Israel no se comprometió y Abbas no cortó los contactos ".
Si Abbas hubiese suspendido los contactos, añadió Qasim, Israel hubiera tomado medidas de castigo contra él y contra Cisjordania. "La cooperación en materia de seguridad entre la AP de Abbas e Israel es la razón por la que se creó la AP", explicó.
El analista Samer Anbatawi también mantiene dudas respecto la declaración de Abbas: "Espero que cumpla lo que dice, pero no creo que se atreva a hacerlo". Señaló que Abbas declaró una "congelación" de los contactos, no la suspensión. "Significa que su declaración se limita a un cierto tiempo, que será mientras que los israelíes mantengan los detectores de metales en Al-Aqsa, cuando los quiten, reanudará los contactos ".
Según Qasim, detener los contactos con Israel requiere medidas prácticas sobre el terreno. "Si quiere demostrar que realmente ha dejado de entablar contactos con Israel, tiene que introducir una ley que criminalice tales contactos", sugirió. "Tiene que cancelar Oslo y abandonar [la arena política] y dejar que los palestinos regresen oficialmente a la resistencia. El profesor cree que las protestas contra las medidas israelíes en la mezquita de Al-Aqsa lograrán sus objetivos siempre y cuando haya cobertura política y una creciente participación popular.
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Anbatawi argumentó que Abbas no puede suspender los contactos con las autoridades de ocupación israelíes porque no tiene alternativas. "Él sólo ha tenido una sola opción - las negociaciones - y han fracasado", señaló. Sin embargo, declaró que Abbas puede hacer algo para demostrar su seriedad: "Puede volver al pueblo palestino. Puede regresar a su pueblo y unir a los palestinos y entonces se volverá fuerte y capaz de enfrentar las medidas israelíes en Jerusalén y en otros lugares ".
Las autoridades de ocupación israelí, concluyó Anbatawi, se enfrentan a un dilema, con la agencia de seguridad interna, Shin Bet, en busca de una alternativa a los detectores de metales. "No quieren mantener la situación tal como está", aclaró, "porque cualquier incendio en Jerusalén y en la Mezquita Al-Aqsa calienta a los palestinos, árabes y musulmanes en todas partes".