Egipto creó ayer un Consejo Nacional para combatir el terrorismo. Se le otorga amplia autoridad para establecer políticas dirigidas a "combatir el extremismo", según un decreto presidencial.
Egipto ha estado luchando contra una insurgencia liderada por Daesh en la península del Sinaí, que ha matado a cientos de soldados y policías desde 2013, aunque los ataques se han movido cada vez más hacia tierra firme en los últimos meses.
Después de dos bombardeos mortales a principios de este año por Daesh, que mataron al menos a 44 personas, el presidente Abdel Fattah al-Sisi declaró el estado de emergencia y se comprometió a establecer un consejo nacional con el objetivo de erradicar el extremismo.
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Activistas por los derechos humanos han acusado al presidente egipcio de usar su autoridad para aplastar las libertades y reprimir a la oposición. Lo acusan de la desaparición de muchas personas que posteriormente fueron asesinadas en ejecuciones extrajudiciales.
El decreto de ayer establecía "El Consejo Nacional para Enfrentar el Terrorismo y el Extremismo con el objetivo de movilizar recursos institucionales y sociales para reducir las causas del terrorismo y tratar sus efectos".
El Consejo está presidido por al-Sisi e incluye al presidente del Parlamento, el primer ministro, el presidente de Al-Azhar y varios ministros.
El Consejo debe formular una "estrategia nacional integral" para combatir el terrorismo y "plantear propuestas", así como crear oportunidades de empleo en áreas con altos niveles de extremismo y promover un discurso religioso moderado.