El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, llegó a Jartum el pasado domingo en una extraña visita a Sudán. Inaugurará la nueva sede de la iglesia Anglicana de Sudán y se reunirá con funcionarios sudaneses, entre los que se incluye el presidente, Omar al-Bashir, durante su visita de cuatro días.
Hasta ahora, la iglesia Anglicana de Sudán ha sido administrada desde Juba, la capital de Sudán del Sur, que se separó de Sudán en 2011.
También se espera que el arzobispo Welby visite Kadugli, una de las cinco diócesis de Sudán, donde recientemente ha habido un conflicto violento.
En una rueda de prensa, el Ministerio de Asuntos Religiosos de Sudán se refirió a la visita de Welby, como un signo de tolerancia y la libertad religiosa del país. Se espera que el arzobispo plantee la cuestión de la libertad religiosa y se dirija a grupos cristianos y musulmanes durante su estancia en Sudán.
Sudán, un país de mayoría musulmana, ha sido acusado de oprimir a los cristianos con varios líderes detenidos bajo cargos de espionaje. Las autoridades sudanesas se han negado repetidamente a otorgar permisos para construir nuevas iglesias en el país.
Sudán ocupa actualmente el puesto número cinco de la lista de países en los que la persecución religiosa es más severa.