El influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr realizó una extraña visita a Arabia Saudí el domingo, donde conoció al príncipe heredero saudí y a otros funcionarios, informó la agencia de noticias saudí SPA.
Irak se encuentra en una línea situada entre el poder islámico chií de Irán y los países sunníes que son sus rivales regionales, entre ellos Arabia Saudí.
Irak y Arabia Saudí anunciaron el mes pasado que estaban estableciendo un consejo de coordinación, con la intención de mejorar los vínculos estratégicos. Todo forma parte parte de un intento por sanar las relaciones turbulentas entre los vecinos árabes.
Arabia Saudí reabrió su embajada en Bagdad en 2015 después de una interrupción de 25 años, y en febrero el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Jubeir, realizó una extraña visita a Bagdad.
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Sadr, un líder chií antiestadounidense, comanda un gran número de seguidores de los barrios de Bagdad y las ciudades del sur, incluyendo Saraya al-Islam, o milicia de las Brigadas de la Paz.
Se reunió con el poderoso príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman en la ciudad portuaria de Jeddah, en el Mar Rojo, y discutió temas de interés común, informó SPA.