Los colonos ilegales judíos en la Cisjordania ocupada se han quejado de un aumento de la anarquía después de varias operaciones de resistencia palestina en la zona, según informó ayer la Agencia Anadolu.
El jueves, los colonos que viven en el asentamiento judío israelí ilegal de Taqua en Belén resaltaron esta situación en una reunión con altos funcionarios israelíes y miembros del Consejo de Asentamientos de Gush Etzion.
Según la web de noticias israelí 0404, los colonos se quejaron de que las operaciones de resistencia habían tenido lugar en sus autobuses, alegando además que tales ataques no podían ser contenidos. Como resultado, "ya no tienen sensación de seguridad" y caminan "asustados" por las calles.
"Estamos agotados por lo que está sucediendo", declararon. "Queremos soluciones visibles. Queremos un cambio en la situación".
Cerca de 650.000 colonos israelíes ilegales viven en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén oriental.
La comunidad internacional no reconoce estos asentamientos y los considera un obstáculo para el proceso de paz.