La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch ha denunciado que las fuerzas de seguridad saudíes han situado bajo asedio la ciudad chií de Al-Awwamiyya, situada al este del reino, tras semanas de enfrentamientos armados con la policía.
La organización de derechos humanos afirmó que “las fuerzas de seguridad saudíes han bloqueado y cerrado los accesos a la ciudad”, y ha pedido a las autoridades saudíes que sigan garantizando la provisión de servicios básicos a la población atrapada, así como su libertad de movimiento de entrada y salida en condiciones de seguridad.
La organización humanitaria ha explicado: “mediante comparación de imágenes tomadas por satélite entre Febrero y Agosto, se puede comprobar la gran destrucción sufrida por gran parte de la ciudad, destrucción que también afecta a edificios e infraestructuras civiles. Mientras parece que el ejército saudí intenta ocultar la proporción de la devastación que afecta a la ciudad”.
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Por su parte la directora para Medio Oriente de la organización, Sarah Leah Witson, ha declarado: “Las autoridades saudíes deben investigar de inmediato y de forma exhaustiva si sus tropas usaron una fuerza excesiva en Awwamiyya. También deben tomar medidas inmediatas que permitan a los residentes de esta población regresar a sus hogares con seguridad, reabrir sus negocios y clínicas, y ser compensados por los daños a sus propiedades y la destrucción causados por las fuerzas de seguridad".
Las autoridades saudíes acusan a "terroristas" y a “traficantes de drogas” de los últimos enfrentamientos en Awwamiyya, donde diversos enfrentamientos producidos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han provocado la muerte de muchos civiles y policías desde Mayo de este año.
La comarca de Awwamiyya, situada en el este del país y rica en petróleo, ha vivido un fuerte movimiento de protesta que comenzó en 2011 y que ha evolucionado hasta convertirse en una petición de igualdad entre suníes y chiíes.
Las autoridades saudíes acaban de anunciar la semana pasada que han tomado el control de un barrio de esta ciudad situada en la provincia de Qatif, donde las protestas se han intensificado y se han producido enfrentamientos con las fuerzas de seguridad durante los últimos meses.