Con la excepción de los esfuerzos populares de la Conferencia para Palestinos en el Extranjero para obstaculizar los intentos de Israel de celebrar una gran conferencia en octubre llamada Cumbre Israelí-Africana en Togo, apenas hemos visto esfuerzos oficiales o populares árabes al respecto. No se han producido, a pesar del gran peligro que supone la celebración de esta cumbre, cuyas bases Israel ha intentado asentar durante varios años, debido a la casi total ausencia de árabes; un desarrollo sin precedentes en los incansables esfuerzos de Israel para superar el aislamiento y el rechazo moral que sufre en África. Parece estar presentándose a sí mismo como un aliado de confianza para las naciones del continente.
Con razón, la Conferencia de los Palestinos en el Extranjero considera esta cumbre como un insulto a la lucha de las naciones africanas y un desprecio por la lucha justa de sus generaciones para liberarse de la colonización y el racismo. También es un intento del gobierno de ocupación para retratarse como un aliado de confianza para los países árabes para que se crean su versión de la historia. No va a África para difundir amor y unidad, sino que pretende convertir a África en un mercado para los productos letales que produces, y en un lugar donde exportar a sus mercenarios para ayudar a los dictadores del continente.
Todo esto, a pesar del hecho de que los verdaderos intereses de las naciones africanas y sus intentos por lograr un desarrollo sostenible y prosperidad no concuerdan con el gobierno colono y racista de ocupación en Palestina, dado su historial de hostilidades y terrorismo. Esto está documentado por varios informes internacionales e independientes, incluido el informe de la CESPAO respecto a las políticas de apartheid israelíes, publicado este año.
Además, Israel - que comete crímenes de guerra, asesinatos en masas, flagrantes violaciones y métodos de intimidación, además de confiscar las tierras y recursos del pueblo palestino y apoyar a bandas de colonos extremistas – no tiene derecho a ser aliado de las naciones en desarrollo que buscan prosperar y combatir el terrorismo.
Los esfuerzos de la Conferencia para Palestinos en el Extranjero se centran en la movilización de gobiernos, instituciones oficiales y populares, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil, figuras públicas, líderes comunitarios y medios de comunicación de África y de todo el mundo para frenar los avances del gobierno israelí. Este gobierno pretende promocionarse falsamente en el continente, ignorando los principios de justicia, derechos humanos y leyes y convenciones internacionales. La conferencia comenzó a tomar medidas, contactando las partes más involucradas, especialmente las fuerzas influyentes de las naciones áfricas, para hacer frente a las acciones de Israel.
Son esfuerzos encomiables, pero, por supuesto, no son suficientes para detener esta emergencia racista en África. Acabar con la conferencia es el deber de todas las naciones, organizaciones, comités y pueblos de África en concreto y, en general, el deber de los países árabes y musulmanes. La presencia de Israel en el continente no beneficiará a los intereses del pueblo africano, sino a los del pueblo israelí, ya que exporta muerte, mercenarios y tiranía a todos los países del mundo. También respalda a los regímenes totalitarios que cometen terribles crímenes. Por lo tanto, evitar y sabotear esta conferencia por todos los medios posibles es el deber de todas las naciones de la Tierra.
Vale la pena mencionar a este respecto que la única acción árabe en contra de la convención de esta cumbre la realizó el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en su visita a Jartum en julio de 2016. En su reunión con el presidente sudanés, Omar Al-Bashir, Abbas planteó la cuestión de desarrollar la estrategia árabe en el continente africano y cooperar para detener el avance de Israel en África.
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No esperamos que Sudán y la AP hagan algo ahora, ya que es demasiado tarde y sus capacidades políticas/diplomáticas están limitadas. Además, sus problemas son incontables, según afirma el ex embajador egipcio en Angola, Santo Tomé y Níger, Belal Al-Masry. En un importante artículo publicado en la web del Democratic Arab Centre, Al-Masry citó cinco razones por las que la cumbre israelí en África es peligrosa. La más importante tiene que ver con el hecho de que el propósito de la conferencia es restaurar y desarrollar el bloque de voto africano para utilizarlo a la hora de apoyar al estatus internacional de Israel.
Israel considera a los países del continente africano como un bloque de potenciales votantes que consta de, al menos, 50 votos en la Asamblea General de la ONU. Esto fue confirmado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en declaraciones a los siete líderes africanos con los que se reunió en Ruanda en julio de 2016. También lo reiteró en su discurso en la Cumbre de la CESPAO en Monrovia en junio de 2017. Por lo tanto, sus declaraciones respecto al brillante futuro de Israel en la ONU en su discurso previo a la sesión de la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2016 no estaban muy lejos de la realidad. También declaró que su principal objetivo diplomático es acabar con el voto automático contra Israel de los Estados africanos en la ONU, y que pronto llegará el día en que lo consiga. Por lo tanto, celebrar la cumbre israelí en África marcaría el fin del papel que juegan egipcios y árabes en África, e Israel se uniría a las fuerzas internacionales que compiten por la influencia en el continente africano. Entre ellas están China, Estados Unidas, Francia, India, Rusia, Irán y, más recientemente, Turquía.
No exageraríamos al decir que la conferencia israelí en Togo allanará el camino para que Israel recupere África, o al menos una gran parte, política, económica y militarmente. Esto mejoraría aún más la posición internacional y regional de Israel y aumentaría el sufrimiento del pueblo palestino, que es el que paga el precio de la fragmentación del sistema árabe y su preocupación por resistir los efectos de las revoluciones de la Primavera Árabe.
Este artículo fue publicado originalmente en árabe en Al-Araby Al-Jadeed el 10 de agosto de 2017.