El abogado judío Ariel Bolshtaan, uno de los rostros más destacados del partido Likud, ha afirmado recientemente que los kurdos no olvidan el apoyo recibido por Israel, por lo que cuando se establezca en un futuro el estado independiente de Kurdistán, la bandera israelí se ondeará en el mismo y las dos partes se convertirán en aliados en el más certero sentido de la palabra.
Bolshtaan, columnista del diario Israel hoy, cercano al primer ministro Benjamin Netanyahu, pidió que se documente lo que llamó la “amistad histórica entre los kurdos e Israel” y exigió que se mantenga, de acuerdo a Al Jazeera.
Explicó que la cuestión de la relación entre Israel y el futuro Estado kurdo es de gran importancia, haciendo hincapié en que Israel lleva décadas tendiendo su mano a los kurdos, y mantendrá su posición sobre la necesidad de establecer un estado kurdo independiente.
Bolshtaan, que es también uno de los fundadores del movimiento "la cara de Israel", aseguró que el movimiento nacionalista kurdo comparte los valores básicos de la cultura judía, por lo que un cariño recíproco entre los movimientos kurdos y judíos es normal.
El periodista considera que es una gran injusticia que los kurdos estén privados de su propia soberanía nacional ya que ha sufrido bastante con la ocupación de sus tierras. A su parecer ciertos gobiernos regionales han pretendido sofocar el deseo del pueblo kurdo de preservar su identidad nacional y cultural, aunque estas iniciativas represivas no hayan tenido éxito.
Bolshtaan también afirmó que siempre supo que el Kurdistán se convertirá en un factor importante en el tablero de Oriente Medio, y esto es ya considerado un paso positivo para Israel.
Concluyó diciendo que es muy importante cuidar la relación de Israel con ese Estado kurdo y no permitir que la buena amistad entre Israel y los kurdos se pierda.
Ya anteriormente, el ex ministro de Educación israelí Gideon Sa'ar propuso una ronda de resoluciones en Tel Aviv para apoyar el establecimiento de un Estado kurdo, en virtud de lo que describió como el colapso existente en el antiguo Oriente Medio que se construyó en torno al acuerdo Sykes-Picot.
Saar además afirmó que los kurdos son una nación compuesta por unos treinta a cincuenta millones de habitantes y que aunque ahora mismo carecen de un estado independiente en el territorio al que pertenecen, en el caso de que este estado se establezca será un aliado estratégico de Israel a largo plazo.
También explicó que la relación entre Israel y los kurdos se remonta a muchos años, y que ya en la línea política enunciada por el primer ministro de Israel, David Ben-Gurion, en lo que denominó "la coalición de bandos", se establecieron unas relaciones de cercanía entre ambos bandos sin precedentes.