Un artículo de prensa ha afirmado recientemente que las autoridades de Israel están seriamente preocupadas por la reciente visita del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a Jordania y su encuentro con el rey Abdullah II.
Un experto israelí decía en este artículo de análisis en la web "RGV" que Tel Aviv tiene buenas razones para preocuparse, ya que Erdogan no es una de las personas que Israel guste ver en Amman, debido a los recientes intentos de acercamiento con Irán.
La visita de Erdogan a Amman se produjo después de efectuar un llamamiento a los países árabes a unirse para proteger Jerusalén, "la ciudad santa de los musulmanes". Esta cuestión, a juicio del autor del artículo, no es buena señal para Israel, e indica que la tensión existente en las relaciones jordano-israelíes ha ayudado al acercamiento de Jordania y Turquía, además de al estrechamiento, en sentido positivo, de las relaciones turcas con Irán.
Asaf Ghibour, experto israelí en asuntos árabes, informaba también en su análisis de que las conversaciones entre Erdogan y Abdullah II se centraron en las tensiones que experimenta Oriente Medio, con especial interés en la crisis en Siria. Añadía que la situación en Jerusalén también fue objeto de debate entre los dos mandatarios, y que la visita de Erdogan ha mostrado un notable acercamiento de Turquía con los jordanos, lo cual constituye un verdadero problema para Israel.
Antes de su partida de Ankara dirección Ammán, Erdogan exigió que los países árabes trabajaran juntos para establecer un frente común con el objetivo de proteger Jerusalén. También volvió a pronunciarse contra Israel, y a denunciar sus políticas en la ciudad santa.
Ghibour señaló también en su artículo que la visita de Erdogan a Jordania, que es la primera desde que asumió el poder de Turquía, tiene claras connotaciones regionales, sobre todo porque se produce en el mismo momento en que Turquía fortalece sus relaciones con Irán.
Y añadió que lo que ocupa a jordanos y turcos por igual son los acontecimientos que pueda experimentar Siria en los próximos tiempos, y el cómo proteger sus respectivas fronteras. Es de recordar que Siria lleva sufriendo una terrible guerra desde hace casi siete años, y Jordania y Turquía comparten otras preocupaciones, como la crisis económica resultante entre otras causas de los miles de refugiados sirios que se encuentran en sus países.
En su artículo, Ghibour explicaba también que las fronteras de Jordania y Turquía están siendo testigos de una intensa presencia de milicias armadas cercanas a la organización ISIS, lo que representa un riesgo para la seguridad de ambos. Y remachaba diciendo que esta visita coincide en el tiempo con un momento en que las relaciones entre Israel y el Reino Hachemí no pasan por su mejor momento, por causa de los últimos acontecimientos en la mezquita de Al-Aqsa, y en la embajada israelí en Amman, en que un guarda de seguridad de la misma asesinó a dos ciudadanos jordanos con arma de fuego. La embajada permanece cerrada desde ese momento.
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