El grupo libanés Hezbollah declaró en un comunicado el sábado que junto con el ejército sirio habían cumplido con sus obligaciones al transportar con seguridad un convoy de combatientes de Daesh y sus familias, fuera del territorio del gobierno sirio.
Sin embargo, declaró que los aviones de guerra estadounidenses estaban impidiendo que el convoy se dirigiese hacia su destino, en territorio de Daesh, también estaban impidiendo la llegada de ayuda humanitaria a los autobuses, en los que había ancianos, víctimas y mujeres embarazadas a bordo.
Seis autobuses permanecen aún en territorio del gobierno sirio y bajo el cuidado de Hezbollah y el gobierno sirio, declaraba el comunicado.
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Hezbollah, aliado del gobierno sirio del presidente Bashar al-Assad, solicitó a la comunidad internacional que interviniese para prevenir lo que denominó como masacre de la gente que se encontraba atrapada en los autobuses en el desierto.
La coalición liderada por Estados Unidos, que lucha contra Daesh, aclaró que impediría la llegada del convoy a las zonas controladas por el grupo yihadista al este de Siria, pero no atacaría el convoy ya que contiene civiles y combatientes.
La coalición ha declarado que ha destruido los vehiculos de los combatientes de Daesh que se dirigían hacia el convoy, pero no destruirán ningún vehículo civil. La coalición declaró el viernes que el convoy todavía estaba en territorio controlado por el gobierno.