Human Rights Watch pidió hoy al rey de Marruecos que llevase a cabo las presiones oportunas para que se lleven a cabo investigaciones efectivas sobre las denuncias de tortura de los manifestantes del Hirak al Rif a manos de la policía.
Según un informe de la organización, el rey Mohammed VI ha "aparecido para blanquear la actuación de la policía en los disturbios en Al-Hoceima", la principal ciudad de la región de Rif, en su discurso a la nación el 30 de julio. El rey declaró que las fuerzas de seguridad mostraron "autocontrol y compromiso con la ley".
"Los comentarios del rey ignoraron los informes de los médicos forenses que examinaron a un grupo de detenidos por las protestas del Rif y encontraron lesiones que corroboraron los relatos de los detenidos sobre la violencia policial".
Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África, declaró: "Las alabanzas incondicionales del rey a las fuerzas de seguridad a pesar de las acusaciones contra ellas sólo alentarán la creencia de que quienes abusan de los detenidos nunca tendrán que enfrentarse a ningún tipo de penalización".
HRW declaró que el Rey "optó por criticar a la administración pública por no haber implementado políticas de desarrollo en la región, mientras destacó el papel de las fuerzas de seguridad por "cumplir con valentía y paciencia su deber ... mientras mantenían la seguridad y la estabilidad".
Las protestas estallaron en octubre en la región del Rif y alrededor de Al-Hoceima tras la muerte del pescadero Mouhcine Fikri, aplastado en un camión de basura después de que su producto fuese confiscado por las autoridades.
Antes de que se difundiera el discurso del Rey, el Ministerio de Justicia anunció que 1.178 presos habían recibido el indulto para conmemorar dicha ocasión, incluidos 58 miembros del movimiento de protesta, el "movimiento popular".
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Cientos han sido detenidos mientras protestaban contra el desempleo y el subdesarrollo de la región de Al-Hoceima. Los residentes han acusado al Reino de abandonar y reorientar los fondos de desarrollo al sur del país. Un manifestante murió en los enfrentamientos del 20 de julio, convirtiéndose en el primer muerto desde que comenzaron las protestas.
Funcionarios se comprometieron a investigar la muerte de Imad Atabi. La organización marroquí de derechos humanos declaró que la policía lanzó un recipiente de gas que golpeó a Atabi en la cabeza, lo que acabó provocando su muerte.