Sudán anunció el miércoles el cierre de su frontera terrestre con Libia, Chad y Sudán del Sur con el fin de evitar el contrabando de armas y de vehículos de tracción a las cuatro ruedas (SUV).
Así, el vicepresidente sudanés, Habbo Mohammad Abdul Rahman, en un discurso ante una multitud de estudiantes pertenecientes a su partido en Jartum (el partido del gobierno Congreso Nacional ) afirmó : "Hemos cerrado nuestras fronteras con Libia, Chad y Sudán del Sur para evitar el contrabando de armas y SUVs". Sin embargo no ofreció detalles de las operaciones que realizará para ello ni de la duración del bloqueo.
Además de los tres países mencionados por Abdul Rahman, Sudán tiene frontera terrestre con Egipto, Etiopía, Eritrea y África Central.
Habbo reveló también que “en los últimos tiempos, 60.000 vehículos SUV han entrado en Sudán de contrabando desde Libia, Chad y el Sudán del Sur".
También explicó: "Estos vehículos de contrabando fueron usados en otros países por sus dueños para cometer crímenes como asesinatos, contrabando, lavado de dinero y transporte de drogas, y por ello la Interpol acaba de enviar recientemente diversas peticiones a Sudán para investigar los datos de estos vehículos, con el fin de descubrir las redes criminales involucradas en esos actos".
Tenemos que conocer las redes criminales que pasaron esos SUV de contrabando a Sudán
En otro orden de cosas, explicó: "El plan de confiscación de de armas comenzó con el despliegue de fuerzas para, bajo la autoridad del presidente Omar al-Bashir, inspeccionar y desarmar a toda persona, sin que nadie pueda aprovecharse de ningún tipo de inmunidad, ya sea civil, vicepresidente, ministro o gobernador de un Estado. En caso de encontrar resistencia, se actuará de forma inmediata”, y añadió: "desafortunadamente, muchas tribus tienen containers en que almacenan armas de fuego ordinarias, armas pesadas y SUVs".
El 22 de agosto pasado, el Fiscal General sudanés Omar Ahmed emitió un decreto por el que se habilitaba una fiscalía especializada para combatir el terrorismo y el comercio de armas y municiones. Este decreto llegaba después de que el gobierno lanzara una campaña de recogida de armas de fuego en los estados de Kordofán (Sur) y Darfur (Oeste).
Previamente, el 6 de agosto pasado, las autoridades sudanesas ya habían exigido que los civiles en posesión de armas, municiones o vehículos sin licencia, fueran entregados inmediatamente a la central de policía o cuartel del ejército más cercano.
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No hay estimaciones oficiales sobre la cantidad de armas en manos de los miembros de las distintas tribus de las comarcas de la provincia de Darfur, pero informes no oficiales calculan que su número asciende a cientos de miles, incluidas armas pesadas.
La inestabilidad existente en la región sudanesa durante los últimos años ha provocado la proliferación de armas en manos de las distintas bandas y tribus que compiten por los escasos recursos existentes en la zona como zonas de pastoreo y valles.