Un cohete militar iraní se enfrentó a un acorazado estadounidense en el Golfo y le advirtió que se mantuviera alejado de un barco de pesca iraní dañado, informó el domingo la agencia de noticias Tasnim. La marina estadounidense negó cualquier contacto directo con las fuerzas iraníes.
El acorazado estadounidense se volvió tras la advertencia del buque iraní, que pertenecía a la rama naval del ejército iraní, según Tasnim. El buque militar iraní entonces remolcó el barco de pesca, que había enviado una señal de socorro después de comenzar el camino de vuelta a la costa.
La agencia no especificó cuándo tuvo lugar el incidente, cercano al estratégico estrecho de Ormuz.
En una declaración, el Comando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos (NAVCENT) declaró que la patrulla costera USS Tempest, que operaba en el Golfo de Omán el 6 de septiembre, escuchó la llamada de socorro de un barco pequeño no identificado a 75 millas náuticas de la posición de Tempest.
Al mismo tiempo, el buque de motor Nordic Voyager, mucho más cerca del barco en peligro, ofreció ayuda y había hecho contacto visual con él. La Tempest se ofreció a apoyar al Nordic Voyager, que rechazó la oferta, declaró NAVCENT.
Siguiendo el tráfico de radio desde una distancia, USS Tempest oyó al viajero nórdico coordinar la ayuda adicional de la marina iraní para el barco en peligro para remolcarlo de nuevo a Irán.
"En ningún momento hubo contacto directo entre las fuerzas marítimas estadounidenses e iraníes", declaró el portavoz de NAVCENT, Chloe Morgan.
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Las tensiones han aumentado entre los militares iraníes y estadounidenses en el Golfo, en los últimos meses.
En agosto, un avión no armado iraní se encontraba a menos de 31 metros de un avión de combate de la marina estadounidense cuando se preparaba para aterrizar en un portaaviones del Golfo, declaró un funcionario estadounidense en ese momento.
Y en julio, un buque de la armada estadounidense disparó varios disparos de advertencia cuando un buque iraní en el Golfo llegó a 30 metros, en el primer incidente desde que el presidente Donald Trump asumió el poder en enero, declararon funcionarios estadounidenses.
Los años de animosidad mutua disminuyeron cuando Washington levantó las sanciones contra Teherán el año pasado, como parte de un acuerdo para frenar las ambiciones nucleares de Irán. Pero persisten serias diferencias en el programa de misiles balísticos de Irán y en los conflictos en Siria e Irak.
Durante la campaña presidencial del pasado mes de septiembre, Trump prometió que cualquier buque iraní que hostigue a la marina estadounidense en el Golfo sería "arrojado fuera del agua".