Según Laura Thompson, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que participó con la ONU la semana pasada en Costa Rica en una conferencia sobre inmigración, recuerda que hay alrededor de 32 centros de detención en Libia, la mitad de los cuales "están controlados por el gobierno".
Thompson dijo que los centros se hallaban en "malas condiciones extremas" y reveló que no se sabe mucho sobre el número de familias inmigrantes que se hay en los centros donde a menudo hay escasez de alimentos, “falta de condiciones sanitarias adecuadas, pero además de eso una mezcla de mujeres, niños y hombres" todos juntos.
Desde el comienzo de 2017, Libia ha sido un importante punto de partida para los inmigrantes de países africanos como Níger y Chad en su intento de cruzar el Mediterráneo y poder llegar a Europa, pero el número ha disminuido, dijo a MEMO Chris Gaul de la OIM.
El número de muertes en el Mediterráneo casi se ha duplicado, por lo que a pesar de que el número de personas que vienen aquí [a Europa] es menor, las muertes se han duplicado
Los inmigrantes suelen quedar a merced de los traficantes de seres humanos que cobran tarifas exorbitantes para ayudarles a comenzar su viaje, sin embargo a menudo se les embarca en barcos sobrecargados donde no es fácil realizar la travesía por múltiples aspectos.
La UE ha reiterado su apoyo para ayudar a Libia a hacer frente a la crisis, proporcionando financiación y formación a la Guardia Costera Libia.
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El jefe del gabinete de los derechos humanos de la ONU, Zeid Ra'ad Al Hussein, criticó la semana pasada a la UE por "haber hecho caso omiso" de la brutalidad sufrida por los inmigrantes a manos de la Guardia Costera y dentro de los centros de detención.
A lo largo del año, los informes de violaciones, torturas y esclavitud se han vuelto cada vez más comunes y han puesto de manifiesto la grave situación en la que muchos se encuentran al tratar de encontrar una mejor calidad de vida. Los más susceptibles a la explotación y los traficantes de seres humanos son los menores, en particular los subsaharianos.
La OIM pidió a la Guardia Costera Libia que siga las normas internacionales para evitar el "círculo vicioso de salvar a la gente y ponerlos en terribles condiciones de detención ".
En los últimos tres años, la OIM de Italia ha registrado un aumento de casi un 600 % en el número de potenciales víctimas de trata de blancas que llegan a Italia por mar, que ha estado luchando con las cifras que llegan a sus costas en comparación con otras partes de Europa.
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La organización ha repatriado a 7.500 inmigrantes en lo que va de año, ya que los inmigrantes deciden regresar a sus hogares antes que sufrir abusos, pero el proceso en ocasiones es demasiado largo. Muchos viajan sin los papeles de identidad necesarios y para su obtención en los consulados pertinentes en Libia es imposible debido a la situación de inseguridad en el país que les impide operar.
Desde 2014, alrededor de 22.500 migrantes han muerto en todo el mundo, de los cuales 3.768 han muerto en lo que va de año, la mayoría de los cuales han sido inmigrantes africanos que se han ahogado, según el Proyecto de Emigrantes Desaparecidos.
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