Las autoridades jordanas han expulsado a refugiados sirios, incluidas familias completas, declaró Human Rights Watch en un informe publicado hoy.
Los sirios no han tenido la oportunidad de hacer frente a esta expulsión y Jordania no ha evaluado la necesidad de protección internacional, declaró la ONG.
Según el informe de 27 páginas titulado "No tengo idea de por qué nos han expulsado: Deportaciones jordanas y expulsiones de refugiados sirios ", las autoridades deportaron a 400 refugiados sirios registrados, cada mes, durante los primeros cinco meses de 2017.
Además, aproximadamente 300 refugiados registrados, regresaron a Siria durante ese tiempo, bajo circunstancias aparentemente voluntarias, y 500 regresaron a Siria en circunstancias que no se han esclarecidos
Jordania ha acogido a más de 654.500 refugiados sirios desde 2001.
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"Jordania no debe expulsar a la gente a Siria sin asegurarse que no tendrán que enfrentarse a una situación difícil", declaró Bill Frelick, director de derechos de los refugiados en Human Rights Watch.
"Sin embargo, Jordania ha expulsado a grupos de refugiados, ha negado a personas sospechosas de haber sufrido violaciones y ha ignorado las amenazas reales que enfrentan los refugiados al deportarlos a Siria".
El aumento de las tasas de deportación ha seguido a los ataques armados contra las fuerzas jordanas, incluyendo un ataque en el noreste de Jordania en junio de 2016, que mató a siete, y los ataques alrededor de la ciudad de Karak en diciembre de 2016 que mató a 19.
"Los refugiados bajo amenaza deben tener la oportunidad de presentar las pruebas pertinentes que existen contra ellos y hacer que las autoridades consideren el riesgo de tortura y otros graves abusos a los que se enfrentan si son deportados", declaró Frelick.