Una bomba situada en el lado de un camino ha matado al menos a siete personas, el domingo, en su mayoría mujeres agricultoras, en un áraea situada a las afueras de la capital somalí, dominada por insurgentes que han ignorado las protestas públicas para poner fin a años de violencia, declararon algunos residentes y el ejército.
Un camión bomba en Mogadiscio, el pasado fin de semana, mató al menos a 358 personas, y 56 personas siguen desaparecidas. Casi todos los muertos eran civiles, y tras el ataque se sucedieron numerosas manifestaciones en la capital.
La bomba del domingo impactó contra un minibús en la aldea de Daniga, a unos 40 km (25 millas) al noroeste de Mogadiscio.
El granjero Nur Abdullahi declaró a Reuters por teléfono:
“Escuchamos un gran estruendo y fuimos a la escena de la explosión, vimos un minibús en ruinas y al menos siete cadáveres, la mayoría mujeres. No pudimos identificar a algunas personas porque sólo eran pedazos de carne”.
El área del bombardeo está cerca de las áreas en poder de al Shabaab, los insurgentes vinculados a Al Qaeda que quieren derrocar al débil gobierno respaldado por la ONU y así imponer su gobierno.
"Estamos asustados", declaró Abdullahi. "Cientos de militantes enmascarados están en todas partes y sabemos que el gobierno atacará aquí para derrocarlos". Hoy hacemos nuestras maletas para huir”.
Un oficial del ejército declaró que el número de muertos podría seguir aumentando.
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"Sabemos que el minibús salió de Afgooye (un pueblo) esta mañana y que llevaba granjeros, en su mayoría mujeres", declaró el capitán Isa Osman del Ejército Nacional de Somalia.
"Había más de 10 personas. No podemos obtener muchos detalles porque el área no está controlada por el gobierno".
Después del ataque del sábado pasado, el gobierno prometió nuevas ofensivas contra la insurgencia.
Somalia lleva dividida por la guerra civil desde 1991, después de que los señores de la guerra de los clanes derrocaran al presidente del gobierno y acabaran enfrentándose.