El enviado de paz a Oriente Próximo del presidente estadounidense Donald Trump, Jason Greenblatt, emitió el pasado jueves un comunicado haciéndose eco de las declaraciones del gobierno israelí sobre el reciente acuerdo de reconciliación palestino firmado este mes por los movimientos rivales de Hamás y Fatah.
Greenblatt, que ha visitado varias veces Israel y los territorios palestinos ocupados desde que Trump asumió el cargo en enero, comenzó su declaración diciendo que "todas las partes están de acuerdo en que es esencial que la Autoridad Palestina pueda asumir sin obstáculos plenas y genuinas responsabilidades civiles y de seguridad en Gaza y que trabajemos juntos para mejorar la situación humanitaria de los palestinos que viven allí".
"Estados Unidos reitera la importancia de adherirse a los principios del Cuarteto: cualquier gobierno palestino debe comprometerse de manera inequívoca y explícita con la no violencia, reconocer el Estado de Israel, aceptar los acuerdos y obligaciones anteriores contraídos entre las partes, incluido desarmar a los terroristas, y comprometerse a llevar a cabo negociaciones pacíficas ", dijo Greenblatt.
Si Hamás quiere jugar algún papel en un gobierno palestino, debe aceptar estos requisitos básicos
Poco después de que se formara el gobierno de unidad palestino, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu reaccionó con sentimientos similares, condicionando la aceptación del acuerdo al reconocimiento de Israel y el desarme de Hamás, que Israel considera una organización terrorista.
Según Ynet Noticias, Israel estableció una serie de condiciones que deben cumplirse antes de reconocer el acuerdo. Entre las condiciones se incluyen la incautación de todos los túneles y factorías de misiles de Hamás, "el fin de los ataques terroristas contra Israel" y la liberación inmediata de ciudadanos israelíes y el regreso de los restos de los soldados israelíes retenidos por Hamás en Gaza.
Las declaraciones de Netanyahu tras el acuerdo tuvieron un tono significativamente suave, en comparación con los comentarios que hizo en 2011 durante las conversaciones de reconciliación, diciendo que “si Hamás se une al gobierno palestino no vamos a celebrar negociaciones con la Autoridad Palestina".
El desarme de Hamás y el futuro de su ala militar también han sido priorizados como un tema clave en el acuerdo del presidente palestino Mahmoud Abbas, quien dijo que no quiere una situación como la de Hezbolá en Gaza, donde la Autoridad Palestina dirigida por Fatah (AP) administraría el territorio y Hamás mantendría su poder militar.
Se han realizado numerosos intentos de reconciliación en el pasado entre Hamás y Fatah desde que entraron en 2007 en un violento conflicto, poco después de la victoria de Hamás de 2006 en las elecciones generales celebradas en la Franja de Gaza.