El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, nombró el sábado a un nuevo jefe de personal de las fuerzas armadas, y el Ministerio del Interior despidió a varios funcionarios de alto rango en una aparente reorganización del comando de seguridad del país.
No se dio ninguna razón para la reorganización, pero la decisión del Ministerio del Interior se produjo una semana después de un ataque mortal a una operación policial en una zona desértica occidental de la provincia de Giza, tras la que el Ministerio declaró que 16 policías habían muerto tras ser atacados.
Las fuerzas egipcias han estado combatiendo a varios grupos armados, principalmente en la parte norte de la península del Sinaí, desde que al-Sisi ayudó a liderar el derrocamiento militar del presidente Mohamed Morsi de la Hermanos Musulmanes en 2013.
Cientos de miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en ataques en los últimos años. Un afiliado local de Daesh ha sido el principal enemigo de las fuerzas de seguridad en el norte del Sinaí.
Una declaración de la presidencia aclaraba que el general Mohamed Farid Hegazy reemplazaría al general Mahmoud Hegazy, que se ha convertido en el asesor del presidente para la planificación estratégica y la gestión de la crisis.
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En una declaración separada, el Ministerio del Interior anunciaba el reemplazo de varios funcionarios de alto rango, incluido el jefe de la seguridad nacional, asistente del ministro de seguridad en la provincia de Giza, director de seguridad de Giza y director de operaciones de seguridad central.
No dio más detalles sobre la reestructuración. Ningún grupo se ha adjudicado la responsabilidad por el ataque de la semana pasada contra la policía, en Giza, a unos 130 km al suroeste de la capital, El Cairo.
Trece militantes murieron en una redada contra un escondite de la granja en la región, el viernes. La agencia estatal de noticias MENA citó a un oficial de seguridad que había declarado que era "venganza por la sangre de los hombres que fueron martirizados la semana pasada en el oasis".
La vasta región desértica occidental siempre ha supuesto un problema de seguridad junto a la frontera con Libia, donde grupos militantes han encontrado refugio desde que el país cayó en el caos tras el asesinato en 2011 de Muammar Gaddafi.
Al-Sisi es un ex comandante militar elegido por la inestabilidad por la que pasaba el país en 2014 y se presenta como un baluarte contra los militantes. Se espera ampliamente que se postule para la reelección el próximo año.
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