Alrededor del 80% de los presos recluidos en la prisión egipcia de Al-Aqrab iniciaron en septiembre una huelga de hambre para protestar por las continuas violaciones de los derechos humanos que sufren, según dijo un grupo pro derechos humanos.
La Asociación de Familias de Prisioneros informaron en un comunicado en su página oficial de Facebook de que, entre otras quejas, las autoridades penitenciarias le habían negado a los detenidos recibir visitas familiares durante más de un año.
Como resultado "los presos se vieron obligados a comer la comida de la prisión que les causó el envenenamiento en múltiples ocasiones", y agregó que la administración de la prisión también les ha impedido hacer ejercicio; algunos no han visto el sol durante seis meses.
La Asociación acusó a la administración de la prisión de no proporcionar atención médica a los presos, y la mayoría de ellos son ancianos y enfermos crónicos.
Advirtió que los prisioneros morían lentamente mientras que "algunos han estado recluidos en régimen de aislamiento durante casi cuatro años".
Leer: Más de 3 millones de egipcios apoyan la campaña de Sisi para un segundo mandato
No hay datos oficiales sobre el número de detenidos en la prisión, pero el activista egipcio de derechos humanos Ezzat Ghoneim dijo a la Agencia Anadolu que "el número oscila entre 1.000 y 1.200 presos, mientras que los otros presos son acusados de delitos criminales".
Las quejas de las familias de los presos han aumentado en los últimos meses.
Según los familiares de los presos, los detenidos, incluidos los líderes de los Hermanos Musulmanes, iniciaron una huelga de hambre a finales de septiembre para protestar por los malos tratos.
El Ministerio del Interior egipcio no ha querido realizar comentario alguno al respecto.