El experto en seguridad y disidente argelino Karim Moulay ha advertido de las posibles repercusiones regionales de la escalada del conflicto en las relaciones entre Argel y Rabat, sobre la base de unas relaciones bilaterales ya de por sí tensas desde hace varias décadas. Entre estas repercusiones cita la posible amenaza a la seguridad y la estabilidad de la región del Sahel y el Sáhara.
Moulay ha señalado también, en una entrevista con Quds Press, que "algunos funcionarios argelinos han aprovechado deliberadamente la celebración del aniversario de la revolución argelina, que se celebraba ayer, para lanzar una escalada de declaraciones contra Marruecos en un intento desesperado de encubrir y desviar la atención del deterioro de las condiciones económicas y de seguridad y del bloqueo político que vive el país debido a la caída en los precios del combustible".
Respecto a las declaraciones lanzadas por el canciller argelino Abd Al Qader Messahel respecto a las inversiones de Marruecos en África, en las que aseguraba que se utilizaban para lavar el dinero del hachís, Moulay ha asegurado que "estas declaraciones son una expresión política más que una acusación real, y constituyen un intento de escapar del explicar el fracaso de las políticas económicas argelinas en las últimas décadas".
Moulay ha dicho también que es previsible un aumento de la tensión en las relaciones entre Argel y Rabat, sobre todo después del regreso de Marruecos a la Unión Africana. También advierte de que aumentarán las colisiones políticas entre los dos países por causa del destino del Sáhara Occidental.
"Empezamos a ver ahora informes sobre el proyecto de las autoridades argelinas de construcción de una barrera de hierro electrificada a lo largo de la frontera terrestre con Marruecos, pese a que esta frontera lleva ya cerrada desde 1994. Además, el régimen argelino mantendrá el apoyo al derecho de libre determinación al que el Frente Polisario sigue considerando como la única solución posible al conflicto del Sahara Occidental.", agregó el opositor argelino.
Moulay ha incidido en que la teoría de que no es cierto que la causa de la reducción de las relaciones de Argelia con Marruecos sean los problemas de la droga, el contrabando de mercancías y de seres humanos. Según él, la causa principal de las diferencias radica en el apoyo de Argelia a las tesis independentistas del Frente Polisario, algo que Marruecos rechaza y considera un acto hostil.
Según Moulay, el verdadero peligro en la escalada de la disputa entre Marruecos y Argelia, aparte el hecho del deterioro de la situación económica interna - en un marco de continua disminución de los precios del combustible, principal fuente económica de la economía argelina-, es que se produce en un contexto de una situación de seguridad límite, complicada y deteriorada, en tanto que Argelia comparte fronteras con Libia, Malí, Níger, Túnez, Marruecos y Mauritania, y que algunos de estos países, experimentan una situación poco estable, aunque la de otros, afortunadamente, no parece revestir ningún peligro.
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La semana pasada diversos medios de comunicación árabes y argelinos reprodujeron fragmentos de un vídeo incluyendo diversas declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores Abd Al Qader Messahel, realizadas en el marco de los trabajos del Foro de Directores de Instituciones en la capital de Argelia, en las que rechazaba la descripción de Marruecos como "el socio ejemplar que se considera a sí mismo en África, a la vista de sus inversiones".
En ese mismo vídeo, Messahel afirmaba que Marruecos "no invierte en África, sino que sus bancos lavan el dinero del hachís" y "Royal Air Maroc no traslada sólo viajeros en sus vuelos a los países africanos."
El gobierno marroquí ya manifestó al respecto que las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Abd Al Qader Messahel, no van a afectar a la posición del reino marroquí ni a nivel continental ni a nivel internacional, y que "sólo perjudican a quien las lanzó."
En respuesta a estas declaraciones, el portavoz del gobierno marroquí, Mustafa Al Khalfi, afirmó literalmente que “estas declaraciones condenables, inaceptables, irresponsables e infantiles” emitidas por el ministro de Asuntos Exteriores de Argelia “son declaraciones que no afectarán a la posición de Marruecos, ni en el ámbito del continente africano ni en el mundial, y que sólo perjudican a aquel que las lanzó".