Un importante empresario saudí ha sido arrestado en el marco de la mayor purga anticorrupción entre la opulenta élite del reino saudí en su historia moderna.
Nasser Bin Aqeel Al-Tayyar, miembro de la junta directiva de una de las agencias de viajes más grandes del país, fue detenido como parte de una campaña de arrestos masivos de miembros de la realeza, ministros y hombres de negocios de Arabia Saudí.
Los arrestos son los últimos de una serie de drásticos pasos dados por el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman para reafirmar la influencia de su país en el ámbito internacional y afianzar su propio poder dentro del sistema de gobierno hereditario característico del país.
La campaña emprendida por el joven heredero incluye otros desafíos entre los que se incluyen la guerra en Yemen, el enfrentamiento de Riad con su archienemigo Irán y la reforma de la economía para disminuir su dependencia del petróleo.
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Los críticos con las drásticas medidas perciben la purga como una señal más de intolerancia por parte de un líder hambriento de poder que desea detener a los oponentes de cierta influencia que bloquean sus reformas económicas o que revierten la expansión de su propia influencia política.
En un artículo en el periódico The Washington Post, el destacado columnista saudí Jamal Kashoggi aplaudió la campaña contra la corrupción, pero agregó: "Se está imponiendo una justicia muy selectiva".
"La represión incluso contra la crítica más constructiva -la demanda de una lealtad completa con un significativo “y si no...”- sigue siendo un serio desafío para el deseo del príncipe heredero de ser visto como un líder moderno e ilustrado", escribió Kashoggi.
"El dinero se detiene en la puerta del líder. No está por encima del estándar que ahora establece para el resto de su familia y para el país ".
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Decenas de personas han sido detenidas en la ofensiva, que ha consolidado el poder del príncipe Mohammed mientras que ha alarmado a gran parte del sector comercial tradicional. El multimillonario príncipe Al-Waleed Bin Talal, el inversionista internacional más conocido de Arabia Saudí, también está detenido, según dijeron el fin de semana los funcionarios.
Se ha elaborado una lista de exclusión aérea y las fuerzas de seguridad de algunos aeropuertos saudíes están impidiendo que los propietarios de aviones privados despeguen sin permiso, según dijo el periódico panarabista Al-Asharq Al-Awsat. Entre los detenidos se encuentran 11 príncipes, cuatro ministros y decenas de ex ministros, según detallaron funcionarios saudíes.
Las acusaciones contra ellos incluyen el blanqueo de dinero, el soborno, la extorsión y el aprovechamiento de un cargo público para beneficio personal, dijo un funcionario saudí a Reuters.
Un real decreto del sábado ordenaba que la ofensiva fuera lanzada en respuesta a la "explotación por parte de algunas almas débiles que han puesto sus propios intereses por encima del interés público, con el fin de acumular dinero ilícitamente".
El nuevo comité anticorrupción tiene el poder de confiscar activos en el país y en el extranjero antes de que se conozcan los resultados de sus investigaciones.