La compra por parte de Turquía de misiles S-400 rusos tierra-aire se ha hecho efectiva, pero Ankara está discutiendo a su vez un nuevo acuerdo con un consorcio europeo para que le ayuden a desarrollar su propio sistema de defensa antimisiles, según dijo el ministro de Defensa turco, Nurettin Canikli.
La decisión de Turquía, miembro de la OTAN, de comprar los S-400 de Moscú ha sido vista por algunos de sus aliados occidentales como un desaire a la alianza. El acuerdo también generó preocupación porque las armas no pueden integrarse en las defensas de la OTAN.
Un alto comandante de la OTAN dijo la semana pasada a Reuters que la alianza continuará presionando a Ankara para comprar armas que podrían funcionar junto con los sistemas de la OTAN, y agregó que hasta ahora no se han entregado a Turquía los S-400.
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"Está finalizado, los misiles S-400 han sido comprados. El resto son solo detalles", dijo Canikli en una aparición televisiva en la ciudad de Giresun, en el Mar Negro.
Pero agregó Turquía no se contenta sólo con el acuerdo de los S-400. "También estamos haciendo acuerdos preliminares con el consorcio EUROSAM para tener esta tecnología y poder desarrollar, producir y usar nuestras propias fuentes en los sistemas de defensa aérea", dijo Canikli, refiriéndose a un proyecto conjunto de defensa franco-italiano.
Canikli firmó el miércoles en Bruselas una carta de intenciones con Francia e Italia para fortalecer la cooperación en proyectos de defensa, incluida la defensa antimisiles, según dijeron la semana pasada fuentes del ministerio de defensa turco.
Afirmaron que, como primer paso, las empresas de EUROSAM y Turquía estudiarán un sistema basado en el sistema de misiles SAMP-T producido por EUROSAM.
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