La diseñadora del burkini ha multiplicado por diez sus ventas desde que Francia prohibió su uso. La diseñadora australiana ha confirmado que sus trajes han abierto una nueva puerta para la vida deportista de las mujeres musulmanas que deciden cubrirse pues no todas lo hacen.
Miles de mujeres de Europa – muchas, no musulmanas – ahora compran su bañador para cubrirse en la playa, mientras que muchas musulmanas usan el burkini para hacer deporte con más libertad.
La diseñadora Aheda Zanetti asegura que la controversia creada con respecto a su prenda ha hecho que las ventas aumenten.
“Quienquiera que haya sido [que haya prohibido el burkini] le ha hecho mucho bien a mi negocio y a las mujeres que pensaban que nunca podrían comprar un bañador así”, declaró la diseñadora australiana.
Zanetti dijo que su invención ha animado a muchas más mujeres musulmanas a hacer deporte con esta prenda que tras la polémica se ha convertido en un símbolo casi revolucionario para algunas mujeres, que asistieron atónitas en pleno centro del corazón de Europa al espectáculo de legislar sobre el atuendo femenino
“Se trata de los derechos de las mujeres, de sus decisiones”, dijo Zanetti a Thomson Reuters Fundation en una entrevista.
El burkini – un mix lingüístico entre bikini y burka – no es ninguno de los dos, no es más que un bañador que cubre la mayor parte del cuerpo de la mujer que lo usa, como los trajes de neopreno de los surferos.
Docenas de ciudades francesas prohibieron el uso del llamado burkini en agosto del año pasado bajo excusa del secularismo.
Finalmente un tribunal anuló esa prohibición, declarando que la prenda no representa una amenaza contra el orden público.
Zanetti, una antigua peluquera, diseñó el bañador en 2004 para que las mujeres pudieran elegir si ir desnudas a la playa o no al margen de su confesión o sus creencias.
Afirma que, desde la prohibición, las ventas en Europa han subido de una media de 200 al mes hasta 2.000.
El 40% de las ventas son de personas musulmanas aunque no sólo pues también encontramos supervivientes de cáncer, mujeres que quieren proteger mejor su piel del sol...
Marketing islámico
Zanetti – entre cuyos diseños hay un velo atlético llamado “hijood” – no es sólo una diseñadora de moda que compite por una porción del lucrativo mercado de la ropa islámica.
Nike lanzó a la venta un hijab para mujeres musulmanas atletas en marzo, convirtiéndose en la primera marca deportiva del mercado que hacía gala d eun marketing “ religioso”.
La marca londinense de ropa femenina Aab y la cadena textil japonesa Uniqlo diseñan prendas para el llamado mercado modesto.
DKNY, Mango, Tommy Hilfiger y Zara tienen colecciones “Ramadán”, mientras que Dolce & Gabanna tiene varios diseños de pañuelos específicos para cubrir la cabeza.
“No lo harían si no creyeran que es un mercado que tiene que crecer – y está creciendo”:
“Cada vez hay más mujeres musulmanas que deciden cubrirse en los deportes”, comentó en una visita reciente a Malasia para una exhibición sobre mujeres musulmanas.
Zanetti elogió las reformas en Arabia Saudí, que desde 2018 permitirá a las mujeres atender a eventos deportivos y ha nombrado a la primera mujer líder de deportes en el país.
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La participación de las mujeres en el deporte ha sido un tema espinoso en Arabia Saudí, una de las naciones más segregadas por género del mundo, donde las mujeres no pueden hacer ejercicio junto a los hombres y no hay instalaciones deportivas públicas para las mujeres.
“Es un comienzo, es fantástico… Se está abriendo la puerta”.
“Hay mujeres que están creando confianza, defendiendo sus derechos. Todavía hay muchas mujeres que tienen que hacerlo, pero, por lo menos, ahora la puerta está abierta”, dijo.