Pilotos indios de élite y soldados de rescate de la Unidad Garud, considerada la equivalente de la Unidad 669 de Israel, participaron en el simulacro bianual de Bandera Azul en la base aérea de Palmachim, en el centro de Israel. Tomaron parte más de 70 aviones de siete países, incluida India que por primera vez en su historia participa en ejercicios militares con Israel.
El ejercicio militar, que incluyó a más de 1,000 militares, fue calificado como de "profundo significado estratégico", dijo Col Itamar, comandante de la base Ovda en Israel. La celebración del ejercicio en Israel se considera un gran logro diplomático según Ovada.
La decisión de India de participar en el simulacro es otra señal del florecimiento de los lazos de Nueva Delhi con Israel bajo el mandato del primer ministro Narendra Modi. A principios de año, Modi visitó Israel, haciendo una pausa histórica en su apoyo a los palestinos. Los anteriores primeros ministros indios, incluido el fundador y reverenciado líder del país, Mahatma Gandhi, se habían opuesto a la normalización del estado sionista, creyendo que era una empresa colonial. El líder del movimiento de independencia indio contra los británicos se oponía firmemente a la ocupación de Palestina,
La oposición de Gandhi a la idea de un estado nación de índole religiosa era ampliamente conocida. Su imponente presencia dirigió la tradición de la India de apoyar la autodeterminación palestina, que continuó hasta bien entrado el siglo XX, en donde se podía ver con frecuencia a Nueva Delhi votando contra Israel en la ONU.
Con Modi, sin embargo, India ha tomado un rumbo diferente. El nacionalista hindú de derechas, que supuestamente fue el autor intelectual de la masacre de musulmanes en Gujarat mientras servía como ministro en jefe del Estado, ha cimentado una profunda alianza entre Tel Aviv y Nueva Delhi. Su vínculo con Netanyahu es descrito por los críticos como un matrimonio político entre dos hombres que albergan un nacionalismo virulento teñido de racismo e intolerancia.
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En la capacidad de Israel para forjar tales relaciones también destaca su condición de ser el líder mundial en la industria militar. La cultura de Israel de gran militarismo y años de experiencia que suprime los derechos políticos de los palestinos le ha permitido exportar su tecnología de control y dominación a otros. Sus experiencias únicas también han convertido al país en un activo invaluable para los gobiernos de todo el mundo que también se enfrentan a nuevos desafíos de seguridad.
A pesar de su condición de comerciante de armas relativamente pequeño en comparación con los Estados Unidos y Rusia, las exportaciones de seguridad de Israel son inigualables en términos de calidad. Israel ha logrado forjarse un lugar en la industria de la seguridad, vendiendo su saber hacer y su experiencia en vigilancia, guerra urbana, e inteligencia. Los analistas describen esto como "dominio de espectro completo".El papel único de Israel en la seguridad, lo que algunos llamarían supresión, se puede ver desde los Contras en América Latina hasta los disturbios en Ferguson, América del Norte; desde las masacres en Bosnia y Ruanda hasta el genocidio de musulmanes Rohinga en Birmania. Existen numerosas instancias en las que Israel y las empresas de seguridad israelíes han liderado la pacificación del pueblo a través de la exportación de armas, tecnología de vigilancia, inteligencia y asesoramiento de seguridad.