Marruecos ha conseguido reducir el tráfico de personas y de inmigrantes ilegales en el país desmantelando 80 bandas de tráfico de personas y frustrando 50.000 intentos de inmigración ilegal solamente este año, según el director de Inmigración del Ministerio del Interior de Marruecos, Khaled Zerouali.
Desde 2004, las autoridades marroquíes han tomado fuertes medidas contra 3.000 células de tráfico humano, según Zerouali, que habló en el 35º Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (FOPREL) en Rabat, esta semana.
Zerouali agregó que las medidas de seguridad tomadas por Marruecos para erradicar las redes criminales son parte de una política integral hacia la inmigración, desarrollada desde un enfoque humanitario que prioriza los derechos de los inmigrantes.
Advirtió además acerca de la convergencia de redes criminales y organizaciones terroristas en el Sahel, con varios grupos terroristas, como Al-Qaeda en el Magreb Islámico, que fundaron varias cadenas de tráfico de personas como una forma de financiar sus planes terroristas en la región.
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Se han obtenido alrededor de 175 millones de dólares de las actividades de trata de personas. Marruecos pretende tomar fuertes medidas para contrarrestar esta actividad a través de un mayor control y supervisión de las fronteras.
Abordar las amenazas planteadas por las redes de tráfico de personas requiere una estrecha cooperación transfronteriza, según Zerouali, que señaló que las fronteras del sur de Marruecos permanecen aisladas de cualquier incursión y que el Sahara es la única región en el Sahel que permanece a raya del terrorismo.
Zerouali criticó las fronteras orientales con Argelia, por ser un área de "preocupación". Ha acusado a las autoridades argelinas de no cooperar para poner solución al problema.
Las propias fuerzas de seguridad argelinas han tenido éxito en sofocar las actividades terroristas en el país y en reducir su área de influencia desmantelando periódicamente las células terroristas y arrestando a los líderes de los diferentes grupos para evitar que recluten a miembros vulnerables de la sociedad.
Túnez ha estado trabajando con Argelia durante varios años y ha sabido enfrentar el problema del terrorismo, llegando a expulsar del país a dirigentes y combatientes de Daesh, quienes intentan entrar en el país a través de sus porosas fronteras y reclutar tras las grandes pérdidas sufridas en Libia.