Quince personas han muerto y otras cinco han resultado heridas tras una estampida en un pueblo del suroeste de Marruecos, el domingo, mientras se distribuía ayuda alimentaria en un mercado, declaró el Ministerio del Interior.
Una fuente hospitalaria calculó que la cifra de muertos ascendía a 18, y agregó que la mayoría de las víctimas eran mujeres, que habían luchad por conseguir comida, donada por un hombre rico a la pequeña ciudad costera de Sidi Boulaalam.
Un periodista local declaró que el donante había organizado recogidas similares anteriormente, pero este año llegaron unas 1.000 personas, saltando una barrera de hierro bajo la cual varias mujeres fueron aplastadas.
El rey Mohammed ha ordenado que las familias de las víctimas reciban la asistencia que necesiten y que los heridos sean tratados, declaró el Ministerio en un comunicado, y agregó que se había abierto una investigación criminal.
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El mes pasado, el rey despidió a los ministros de educación, planificación y vivienda y salud después de que una agencia económica encontrase "desequilibrios" en la implementación de un plan de desarrollo para combatir la pobreza en la región norteña del Rif.
El Rif ha sido testigo de numerosas protestas después de que un pescadero fue aplastado accidentalmente en un camión de basura en octubre de 2016, tras un enfrentamiento con la policía. Esta muerte se ha convertido en un símbolo causada por los efectos de la corrupción y el abuso oficial.
En julio, el rey indultó a docenas de personas arrestadas en las protestas y acusó a los funcionarios locales de avivar la ira de la población, por relentizar la implementación de proyectos de desarrollo.