Los oficiales de la Autoridad Palestina no paran de hablar sobre lo que llaman el "acuerdo fronterizo de 2005". Sin embargo, lo cierto es que nadie firmó estos acuerdos y, por lo tanto, no existe tal acuerdo fronterizo en realidad. Estas no son mis palabras, sino las del Jefe de Misión de Asistencia Fronteriza de la Unión Europea en Rafah (EUBAM-Rafah), quien asistió a un evento organizado hace años por el think tank Pal-Think para Estudios Estratégicos, en el que afirmó que no se ha firmado ningún acuerdo entre las partes interesadas; es un “acuerdo de caballeros”. Esto significa que es un acuerdo moral, independientemente de cómo se le llame.
Estos acuerdos entre la AP e Israel se produjeron bajo auspicios estadounidenses, después de que Israel se retirara de Gaza en 2005 durante un periodo temporal de un año. Pretendían organizar la relación entre ambas partes hasta que la AP tomara la responsabilidad total. El acuerdo estipulaba la presencia de la UE para supervisar la implementación de los acuerdos en la frontera de Rafah. Sin embargo, el enviado europeo se retiró del cruce durante la guerra de Gaza de junio de 2007. Había visitado el cruce cada seis meses; la última visita fue apenas una semana antes.
A pesar de no ser parte de estos acuerdos, Egipto trató positivamente con ellos, actuando en el cruce fronterizo de forma excepcional.
La situación y el entorno en los que se alcanzaron estos acuerdos estaban obsoletos, dada la realidad actual y los desarrollos políticos. Es una oportunidad para que la AP y Egipto conviertan el cruce en un agente puramente egipcio-palestino, sin ninguna intervención de Israel o de cualquier otro país. No sé por qué la AP insiste en invitar a la ocupación a participar en estos acuerdos no vinculantes. Tampoco entiendo por qué han limitado los acuerdos al cruce de Rafah, y descuidado el resto de los acuerdos, a pesar de su importancia. Se trata de un nuevo revés nacional que convierte a casi dos millones de palestinos en rehenes de la ocupación.
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La única manera en la que entiendo la adhesión de la AP a los acuerdos de 2005 es dentro del contexto de fortalecer la coordinación de seguridad con la ocupación, la búsqueda de dependencia de la AP y el regreso de las listas de personas con prohibición de desplazamiento, sobre todo para miembros de la resistencia palestina. El cruce de Rafah operó durante más de 10 años sin intervención israelí o europea, y debería seguir siendo una frontera puramente egipcio-palestina. Sin embargo, recurrir a la supervisión europea e instalar cámaras que muestran a la ocupación todo lo que sucede en el cruce es un acto anti-nacional que representa un peligro para nuestro pueblo y su seguridad.
Astutamente, Israel se ha despreocupado de los acuerdos de 2005, ya que sabe que no sólo se refieren al cruce de Rafah, sino también a la operación del paso seguro entre Gaza y Cisjordania. Es una forma de unión geográfica y un vínculo entre Cisjordania y Gaza. El acuerdo también se refiere a la construcción del aeropuerto, al puerto, al uso del cruce de Rafah para exportar bienes y a la operación del cruce de Al-Montar (Karni). Esto pone a Israel en una posición incómoda, ya que estos acuerdos deben implementarse de una vez o no implementarse en absoluto. Sin embargo, todo palestino libre rechaza la idea de un Israel que sea selectivo sobre las partes que implementa para servir a sus intereses.
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El interés nacional de nuestro pueblo requiere de un distanciamiento de Israel del cruce de Rafah y de ignorar los acuerdos que Israel enterró de facto con sus continuos ataques y agresiones contra Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Debemos establecer nuevos acuerdos con Egipto respecto a la operación en el cruce de Rafah sin interferencias de otras partes, ya que esto amenaza la soberanía palestina.
Este artículo se publicó originalmente en árabe en la web del Palestinian Information Centre