Dos bebés en la provincia de Idlib, controlada por la oposición, murieron anoche después de que las temperaturas cayeron en picado en medio de una falta de suministros básicos, según la agencia de noticias siria Zaman Al-Wasl.
Las familias de Wael Tuaima, de 25 días, y Yahya al-Hassoun, de ocho días, habían huido de la provincia central de Hama debido a los combates entre las fuerzas del régimen sirio y los grupos de oposición. Sin embargo, la falta de ayuda humanitaria en la región ha provocado que las condiciones se deterioren rápidamente.
Two babies died last night due to extreme cold in an internally displaced camp in the village of Senjar, #Idlib. #Syria pic.twitter.com/JRlWHXDlif
— DOAM (@doamuslims) November 21, 2017
Las muertes se producen un día después de que el vicepresidente de la Organización Internacional para los Derechos de los Refugiados, Abdullah Resul Demir, citara un estudio de UNICEF según el que ocho de cada diez jóvenes en Siria son "niños de guerra". Según los informes, alrededor de 1,7 millones de niños viven en las peores zonas del conflicto, mientras que aproximadamente dos millones no pueden asistir a la escuela.
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A pesar de que Idlib es una zona que ha mejorado, según Turquía, Rusia e Irán, la región aún carece de las necesidades básicas, poniendo a sus miles de residentes, muchos de ellos desplazados o sin hogar, en riesgo de inanición a medida que se acerca el invierno.
La situación en Idlib se refleja en varias otras ciudades sirias. Un informe de Amnistía publicado la semana pasada encontró evidencias de que el régimen sirio implementó una política de "rendirse o morir de hambre" en al menos cuatro ciudades, una estrategia que dice equivale a un crimen contra la humanidad.
La difícil situación de los atrapados en áreas sitiadas de Siria, quedó patente el mes pasado cuando apareció una foto de Sahar Dofdaa, de un mes, al este de Ghouta, que pesaba menos de dos kilos, con los huesos claramente visibles debajo de la piel, antes de morir.
Ghouta también es una zona de "pacificación", establecida en mayo, pero la provincia sitiada aún está sujeta a ataques aéreos regulares del régimen sirio. Siete niños fueron asesinados el mes pasado después de que una escuela fuese bombardeada.
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