El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió una solución política para la guerra de Siria, durante el encuentro que mantuvo con el líder sirio Bashar Al-Assad tras la extraña visita realizada por éste a Rusia, según informaron las noticias de la BBC.
Los dos líderes se reunieron ayer en Sochi para discutir el final de la campaña militar en el país. En los últimos dos años el apoyo ruso le ha dado al gobierno sirio una importante ventaja en el conflicto.
"Todavía tenemos un largo camino por recorrer antes de lograr una victoria completa sobre los terroristas. Pero en lo que se refiere a nuestro trabajo conjunto en la lucha contra el terrorismo en el territorio de Siria, esta operación militar se está completando", dijo Putin.
"Creo que ahora lo más importante, por supuesto, es avanzar en las cuestiones políticas, y observo con satisfacción la disposición del presidente sirio a trabajar con todos aquellos que quieren la paz y una solución [al conflicto]".
La reunión tuvo lugar pocos días antes de que el presidente ruso debatiera otras estrategias para el final del conflicto de Siria con Turquía e Irán, quienes están fuertemente involucrados en el conflicto y han cooperado para hacer cumplir con los acuerdos de las zonas de desescalada de la violencia en ciertas áreas de Siria.
Leer: Amnistía denuncia crímenes contra la humanidad por parte del régimen sirio
Al-Assad afirmó que el gobierno sirio estaba listo para avanzar en una solución política que había "logrado la victoria sobre los terroristas", pero también enfatizó que determinaría el curso de Siria sin influencia extranjera.
"Contamos con el apoyo de Rusia para garantizar la no interferencia de actores externos en el proceso político", enfatizó.
En las últimas semanas, el gobierno sirio ha sido muy crítico con la participación turca y estadounidense en el conflicto, particularmente cuando la guerra contra Daesh llega a su fin.
Putin dijo ayer que daría más detalles sobre la reunión al presidente estadounidense Donald Trump, así como a funcionarios de Arabia Saudí y Qatar. Se cree que Arabia Saudí, que ha respaldado a la oposición siria, alentará al nuevo equipo de negociación a abandonar el requisito de los grupos de resistencia, a saber, que Al-Assad dimita como parte de la transición política.
Desde el comienzo en 2011 de la guerra civil de Siria, se cree que más de medio millón de personas fueron asesinadas, la gran mayoría por el gobierno del presidente Bashar Al-Assad y por sus fuerzas aliadas. El régimen también utilizó armas químicas contra civiles y evitó que la ayuda humanitaria llegase a los afectados sobre el terreno. Los funcionarios de la ONU estiman que unos diez millones de personas han sido desplazadas como resultado de los combates.