Las autoridades saudíes llevaron a cabo el domingo una campaña para arrestar a infractores de las regulaciones de residencia, lo que llevó a la expulsión de unos 1.700 expatriados extranjeros del Reino.
El diario local Riad informó que la Dirección de Prisiones en Riad, organismo encargado de la detención de extranjeros, "contribuyó a la recepción de los infractores de manos las autoridades competentes, ofreciendo los lugares adecuados, los equipos de seguridad y el avituallamiento necesarios, para el posterior transporte de los detenidos a los aeropuertos y accesos terrestres."
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Así, de acuerdo al director de prisiones de Riad, el brigada Ali Al Qaut, como estaba planeado, diversos sectores, coordinados de forma total y trabajando como un solo sistema, participaron en la exitosa operación “nación sin ilegales”.
Por otra parte, según informaciones ofrecidas por el brigada Shaher Al Ajami, director del centro de detención de extranjeros en Riad, el número de detenidos desde el inicio de la campaña es superior a 4.236 “ilegales”, mientras que el número de aquellos que ya han sido deportados alcanzó las 1.663 personas.