El primer ministro libanés, Saad al-Hariri, declaró el sábado que no aceptaría las posiciones de Hezbollah respaldadas por Irán que "afecten a nuestros hermanos árabes o sean un peligro para la seguridad y estabilidad de sus países", según un comunicado de su oficina de prensa.
La declaración no especificaba a qué países se refería.
Al-Hariri anunció su dimisión el 4 de noviembre en una declaración televisada desde Arabia Saudí, monarquía y potencia regional encerrada en un enfrentamiento con Irán.
Hezbollah está luchando junto al presidente sirio Bashar al-Assad en Siria. Las monarquías del Golfo acusaron al grupo chií de apoyar también al grupo hutí en Yemen y de respaldar a los militantes en Bahréin. Hezbollah niega cualquier actividad en Yemen o Bahrein.
La renuncia de al-Hariri lanzó a Líbano a una lucha de poder regional entre Arabia Saudí e Irán, que respalda a Hezbollah. Las dos potencias regionales respaldan facciones rivales en Iraq, Siria, Líbano y Yemen.
Después de regresar a Líbano esta semana, se retractó de su dimisión, aliviando una crisis que había profundizado las tensiones en Oriente Medio.
Tras su anuncio, realizado el día de la independencia de Líbano, cientos de simpatizantes de al-Hariri llenaron las calles cercanas a su casa en el centro de Beirut, agitando la bandera azul de su partido político, Movimiento del Futuro.
Leer: La Liga Árabe confirma su rechazo a todo tipo de inestabilidad en Líbano
El sábado, declaró que renunciando a su dimisión pretende dar la oportunidad de discutir y analizar las demandas que harán que Líbano sea neutral y permita hacer cumplir su política de "desasociación".
La "desasociación" se entiende ampliamente en Líbano como mantenerse neutral ante los conflictos regionales. El papel regional desempeñado por el movimiento político y militar de Hezbollah ha alarmado enormemente a Arabia Saudí, aliado de al-Hariri desde hace mucho tiempo.
El sábado, el oficial de Relaciones Internacionales de Hezbollah, Ammar Moussawi, declaró que el grupo chií está listo para llegar a un entendimiento con "nuestros socios en el país" y que el grupo está abierto a un diálogo y cooperación real con todos, informó la agencia estatal de noticias de Líbano, NNA.
Moussawi agregó que la renuncia de al-Hariri, que según declaró fue hecha bajo presión por parte de Riad, fue una chispa cuya intención era encender Líbano.
Leer: Los retos del cambio político en Arabia Saudí
El principal político druso libanés, Walid Jumblatt, pidió el sábado a Arabia Saudí que entable un diálogo con Irán y añadió que los planes de modernización del reino no podrán funcionar mientras que Riad esté involucrado en una guerra en Yemen.