El canal qatarí Al-Jazeera ha logrado ingresar en la disputada región de Halaib, situada entre Egipto y Sudán, y ha filmado un documental perteneciente a la serie de documentales culturales "Zero Distance", que dirige Salam Hindawi.
De acuerdo con una fuente del equipo del programa de trabajo para Arabi21, el trabajo fue filmado en su totalidad en zonas del triángulo, ora controladas por las fuerzas egipcias, ora por las fuerzas sudanesas. También ha añadido que "hay gran cantidad de sorpresas impactantes, que serán presentadas por primera vez al espectador árabe, sobre esta cuestión del triángulo de Halaib”.
Entre los hechos que revelará el programa se cuentan "el control de empresas pertenecientes al ejército egipcio, en cooperación con empresas extranjeras y con la exclusión de empresas egipcias civiles, de la minería en esta rica región; así como la prohibición de las perforaciones y explotaciones familiares e independientes, de las que viven muchísimas familias en la zona”.
Además – según la fuente- "los Emiratos han acometido grandes inversiones en el triángulo y bombean toneladas de producto, ello a pesar de saber que es una zona en disputa, y sin tener la menor consideración por las reivindicaciones de Sudán, que asegura que el triángulo es un territorio ocupado". El programa revelará también "la firma del acuerdo entre Arabia Saudí y Sudán en 1974, en que se reconocía la propiedad de Sudán sobre el triángulo, en contradicción con el acuerdo sobre la demarcación de la frontera marítima entre Egipto y Arabia Saudí que se firmó recientemente y fruto del cual Tiran y Sanafir fueron entregados a este último”.
La fuente también señaló que el documental mostrará "una colección de extraños documentos relacionados con el conflicto desde el estallido provocado en 1958 y hasta materializarse el dominio egipcio en 2000". El equipo que llevó a cabo el documental fue sometido a más de un ataque y seguimiento por parte de los guardias fronterizos egipcios, que intentaron capturarlo y evitar la grabación”.
Por otro lado, la fuente de Arabi21 explica que "en una ocasión, el equipo de grabación de Al Jazeera se encontraba grabando en la entrada del triángulo de Halaib justo en un momento en que se produjo una escalada de los acontecimientos y se acabaron enfrentando violentamente las fuerzas egipcias y las sudanesas debido a la intención de las fuerzas egipcias de silenciar la voz de los medios de comunicación, incluyendo a Al Jazeera", según sus propias palabras.
Egipto tiene el control militar del triángulo desde 1995, tras el fracasado intento de asesinato del ex presidente Hosni Mubarak en Etiopía. Sudán reclama ese territorio y pide sea resuelta la disputa o mediante negociación o mediante una decisión arbitral, del estilo a la utilizada para resolver el conflicto con Israel sobre Taba.
Según el sitio web de Sudán Tribune, en lo que parece una especie de reconocimiento oficial por parte de los Emiratos Árabes Unidos de la dependencia del triángulo de Halaib de Egipto, una empresa de Emiratos Unidos ha suministrado al gobierno egipcio las centrales de energía solar establecidas en la región.
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Así, Abu Dhabi Future Energy Company ha entregado a El Cairo cuatro proyectos de energía limpia con un nivel de producción de 30 megavatios y ha instalado 7.000 sistemas solares domésticos en varias áreas remotas y estratégicas de todo Egipto. Esta empresa, propiedad de forma íntegra del gobierno de Abu Dhabi, también ha completado el 19 de abril de 2016 un proyecto que involucra cuatro estaciones híbridas que utilizan paneles fotovoltaicos y generadores diesel desarrollados en la gobernación del Mar Rojo con una capacidad de 14 MW.
La compañía ha publicado un mapa de Egipto donde se detallan las áreas donde cubre proyectos energéticos, y en este mapa se incluye el triángulo de Halaib.
Vista del triángulo de Halayeb, disputado entre Egipto y Sudán (Google Map)
Es interesante observar que en el mapa la región aparece pintada de verde, con la línea que marca su borde delineada debajo de ella, lo que aparentemente indica su estado de disputa.
Las plantas de Marsa Alam (6 MW), Shalateen (5 MW), Abu Ash (2 MW) y Halayib (1 MW) fueron diseñadas específicamente para apoyar el sector del turismo en estas áreas, que constituye un importante pilar de la economía de la región. Se pretendía proporcionar a estas áreas unas fuentes de energía fiables y altamente eficientes.
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